ENTREVISTAS PAMELA CERDEIRA

Pemex y el fondo noruego: la corrupción que sí importa en el extranjero

El fondo de pensiones de Noruega analiza 20 años de escándalos de corrupción en Pemex y cuestiona su ética y gobernanza. La respuesta oficial, otra vez, minimiza lo importante.

El fondo soberano de Noruega gestiona el retiro de millones bajo estrictos criterios éticos.
El fondo soberano de Noruega gestiona el retiro de millones bajo estrictos criterios éticos.Créditos: Cuartoscuro y Enavto
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Entrevista a Rosanety Barrios/ Pamela Cerdeira

En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, la maestra Rosanety Barrios, consultora independiente en Energía habla de Pemex y el fondo Noruego: cuando lo más importante no tiene relevancia.

El fondo de pensiones de Noruega, uno de los más grandes del mundo, podría desinvertir en Pemex por su historial de corrupción e inacción ante los señalamientos. El hecho pone en entredicho no solo a la empresa estatal, sino a la capacidad del gobierno mexicano para garantizar transparencia y rendición de cuentas.

La relación entre el fondo de pensiones más grande del mundo y Petróleos Mexicanos (Pemex) revela una verdad incómoda: la corrupción, cuando es sostenida por décadas y tolerada desde el poder, tiene consecuencias más allá del discurso nacional. El fondo soberano noruego, que administra el retiro de millones de ciudadanos bajo estrictos criterios éticos, lanzó una advertencia directa: Pemex no cumple con los estándares mínimos de gobernanza.

 Un fondo que no tolera la corrupción

El fondo soberano de Noruega es una institución ética y sólida. Administra más de 1.8 billones de dólares —casi cuatro veces el PIB noruego— y evalúa rigurosamente cada empresa en la que invierte, con base en criterios que prohíben apoyar actividades como la producción de armas, tabaco o compañías acusadas sistemáticamente de corrupción.

“Este fondo revisó 20 años de escándalos de corrupción en Pemex, de 2004 a 2023. Se acercaron a la empresa con preguntas claras y no obtuvieron respuestas satisfactorias. La conclusión fue contundente: no podemos estar invertidos en una entidad que tolera la corrupción”, asegura la especialista.

El señalamiento más grave: la gobernanza

Más allá de los documentos de respuesta oficial, el fondo noruego detectó un problema estructural en Pemex: su dependencia total del poder Ejecutivo. La ausencia de autonomía real para investigar o sancionar prácticas indebidas convierte a la empresa en un reflejo del gobierno mexicano.

“Cuando el fondo cuestiona a Pemex, en realidad está cuestionando al gobierno mexicano y su capacidad para resolver estos problemas. Eso es lo más grave”, advierte Barrios.

En vez de responder con acciones concretas, Pemex minimizó el tema, atribuyéndolo a un viejo caso de 2014. Esa narrativa, útil para justificar en conferencias mañaneras, no resuelve la desconfianza internacional.

El costo de ignorar lo importante

La posible desinversión del fondo noruego no solo tendría impacto financiero. Es un golpe reputacional que evidencia la falta de voluntad para romper con la corrupción sistémica. Y, como advierte Barrios, la culpa ya no es del pasado:

“Ya llevamos siete años con un gobierno muy parecido. La pregunta es: ¿qué se está haciendo hoy para cambiar las cosas?”