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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Óscar Balderas, periodista especializado en seguridad, habló sobre la DEA que advierte sobre una posible alianza entre El Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Chapitos.
La agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) ha lanzado una advertencia que pone en vilo al aparato de seguridad mexicano: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y “Los Chapitos”, brazo del Cártel de Sinaloa, estarían explorando una posible alianza. Aunque ambos grupos han sostenido una guerra encarnizada durante más de 200 días, el desgaste humano, financiero y territorial podría llevarlos a una tregua estratégica.
Del enfrentamiento al cálculo estratégico
Óscar Balderas, periodista especializado en seguridad, advierte que la prolongada guerra entre CJNG y “Los Chapitos” ha tenido costos elevadísimos para ambos bandos.
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“Llevan más de 200 días de guerra. Eso ha generado un desgaste brutal: en recursos humanos, materiales y económicos”, señala Balderas.
Este desgaste, sumado a la presión territorial de otros grupos criminales como “La Mayiza” y células de Tamaulipas, ha acelerado la reorganización del crimen organizado en zonas estratégicas. Mientras los cárteles se tejen alianzas a velocidades sorprendentes, el Estado mexicano parece moverse con lentitud.
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El Estado, rebasado en múltiples frentes
La posible alianza no es solo una decisión pragmática entre enemigos: es también un síntoma del vacío de poder que ha dejado la incapacidad del Estado para contener la expansión de estos grupos. Según Balderas:
“El crimen se está organizando más rápido que la autoridad. El Estado tiene que concentrarse en zonas como Sinaloa, Colima, Zacatecas o Chihuahua para frenar el avance del CJNG, y eso implica descuidar otros territorios como Tabasco o Chiapas.”
En estados como Tabasco, la violencia se ha desbordado. En Chiapas, los enfrentamientos entre grupos armados han convertido municipios enteros en zonas de guerra.
Un nuevo orden criminal se teje
La advertencia de la DEA debe entenderse como una señal de alarma. Una alianza entre CJNG y “Los Chapitos” no solo cambiaría el mapa del narcotráfico: implicaría una centralización del poder criminal que podría superar la capacidad institucional del país.
“Lo que vemos ahora es una prueba de fuego para el Estado mexicano”, alerta Balderas. “Y lamentablemente, quien lleva la delantera es el crimen organizado.”
