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En colaboración con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, León Krauze, periodista, tocó el tema del perfil del nuevo embajador de Estados Unidos en México.
Krauze analizó recientemente el perfil del nuevo embajador de Estados Unidos en México, destacando su fuerte enfoque en temas de seguridad, crimen organizado y lucha contra el fentanilo, una agenda que marcará su papel diplomático en los próximos años.
El periodista subrayó que el nuevo embajador no es un diplomático de carrera, sino un funcionario con experiencia operativa reciente y directa en América Latina. Su trabajo más relevante se dio en El Salvador, donde, según Krauze, “formó una mancuerna muy clara con el presidente Bukele en el principio de esa política de seguridad punitiva y agresiva”. Agregó que “se volvió amigo personal de Bukele, reconocido ampliamente por el gobierno salvadoreño”.
Esta cercanía con el mandatario salvadoreño y su trayectoria en temas de seguridad trazan el camino que tomará su gestión en México. “El perfil es el destino, la carrera es el destino, y podemos esperar a un embajador que ponga énfasis en esos temas”, sentenció el periodista.
Este cambio de enfoque coincide con un giro en las prioridades de la Casa Blanca. Mientras en administraciones anteriores, el tema migratorio dominaba la relación bilateral, ahora Washington se concentra en el combate al fentanilo y al crimen organizado. Krauze lo explicó así: “Ya no es la obsesión actual. Ahora se trata de seguridad, de fentanilo y de crimen organizado”.
¿Cuál es la diferencia entre el embajador anterior?
En contraste, León Krauze recordó que la gestión del anterior embajador, Ken Salazar, fue percibida de forma ambigua tanto en México como en EE.UU. “Jugó un papel muy extraño, la verdad”, opinó. “Yo más bien lo leí desde Estados Unidos —y así lo leían también muchas voces con las que tuve oportunidad de conversar— como una suerte de facilitador del presidente López Obrador”.
A pesar de haber llegado desde un gobierno demócrata, ideológicamente más cercano al de López Obrador, el embajador Salazar mantuvo una actitud que buscaba, según Krauze, apaciguar al presidente mexicano y obtener concesiones clave para Washington en temas migratorios.
Ahora, con una nueva administración federal en México liderada por Claudia Sheinbaum, y con nuevas prioridades en la agenda bilateral, Krauze anticipa que “veremos de a cómo nos toca”, sugiriendo que la relación diplomática podría tomar un rumbo más firme y enfocado en resultados en materia de seguridad.
El nombramiento del nuevo embajador llega en un momento crucial para la relación entre México y Estados Unidos, en medio de crecientes tensiones por la violencia del crimen organizado y la presión por frenar el tráfico de fentanilo.