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Estados Unidos ha lanzado una advertencia seria a México: si no se resuelven los problemas relacionados con el gusano barrenador, podría reimponer restricciones a la importación de ganado mexicano.
Así lo explicó el consultor en economía Pedro Tello Villagrán en entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas.
Tello recordó que "México es el principal proveedor de cabezas de ganado al mercado de Estados Unidos", siendo un motor económico para 17 entidades federativas, entre ellas Sonora, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León y Tamaulipas.
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Tan solo en 2024, México exportó aproximadamente 1.3 millones de cabezas de ganado.
El problema comenzó en noviembre de 2024, cuando se detectó la presencia del gusano barrenador en Chiapas.
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Esto llevó a la suspensión temporal de las exportaciones ganaderas mexicanas, hasta que se implementó un cerco sanitario y un protocolo de revisión en la frontera.
Para contener la plaga, se recurrió a una estrategia biológica: "se liberaron moscas estériles mediante vuelos de una empresa contratada y financiada por el gobierno de Estados Unidos", explicó Tello.
Sin embargo, recientemente la Secretaría de Agricultura de Estados Unidos exigió al gobierno mexicano tres acciones puntuales para evitar nuevas restricciones: "Uno, extender el permiso de operación de la empresa aérea; dos, eliminar los impuestos a piezas esenciales para el mantenimiento de las aeronaves; y tres, remover las trabas burocráticas que obstaculizan su trabajo".
La respuesta del gobierno mexicano fue establecer una mesa de coordinación, pero también hizo un pronunciamiento polémico.
"Señaló que actuarían sin subordinarnos, como si se tratara de una sumisión, cuando en realidad se trata de erradicar una plaga que afecta gravemente nuestra economía", lamentó Tello.
Impacto del gusano barrenador
El impacto económico podría ser severo. De acuerdo con Tello, "las pérdidas alcanzarían hasta 1,400 millones de dólares, que es el valor de las exportaciones de ganado vacuno realizadas el año pasado".
Así, este conflicto abre un nuevo capítulo en las tensiones comerciales entre México y Estados Unidos, ahora provocado por obstáculos administrativos internos.
La amenaza de nuevas restricciones sigue latente mientras persista la falta de soluciones inmediatas al problema del gusano barrenador, que pone en riesgo una parte vital de la economía rural mexicana.
