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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, José Luis Luege Tamargo, presidente de Ciudad Posible, habló sobre el Tratado de Aguas de 1944 por el que Trump acusa a México de robar agua a Texas.
“Es un acuerdo en el que recibimos agua del Río Colorado y entregamos un volumen por la cuenca del Río Bravo. Es un balance”, explicó Luege Tamargo. Según detalló, mientras Estados Unidos aporta mil 850.2 millones de metros cúbicos cada cinco años, México está obligado a entregar 431.7 millones de metros cúbicos en el mismo periodo.
La deuda de México con EU por el Tratado de Aguas
El problema, señaló, se agravó desde la sequía extrema de 2023. “A partir de ahí hemos tenido un problema serio y nos lleva a esa discusión. Por un lado, no entregamos agua. En 2024 se entregó poco, no se cumplió la cuota. Hay una deuda en números redondos de mil 500 millones de metros cúbicos”, advirtió.
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Luege criticó duramente la actuación del gobierno federal, señalando falta de previsión y decisiones erróneas. “El gobierno de México no hizo notaría. Si no se pudo entregar agua, iban a haber problemas. Todo esto frenó, lo cual es grave. ¿Qué vamos a hacer en el futuro?”, cuestionó.
Una de sus principales preocupaciones fue la firma del Acta 331, que compromete a México a entregar agua a través de otras cuencas, algo que calificó como un “error político”: “El año pasado el gobierno mexicano aceptó un acta, la 331, para entregar agua por otras cuencas. Me pareció un error político porque el Tratado de Aguas lo que entrega EU a México es por otros ríos”.
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¿Cómo ha actuado el gobierno de México en el Tratado de Aguas?
Además, criticó que esta decisión se tomó sin consultar al gobierno de Tamaulipas: “Se firma un acta donde México se compromete, y esta acta se hizo sin las consultas al gobierno de Tamaulipas”, lo cual consideró una omisión grave que debilita la posición nacional.
Finalmente, hizo un llamado a mantener el tratado vigente y no intentar modificarlo: “El tratado hay que dejarlo como está. Hay que trabajar en las condiciones. No hemos hecho la tarea suficiente. El tratado no nos conviene moverlo porque podríamos hasta perder”.
Expertos coinciden en que, frente a la presión internacional y el incumplimiento actual, México debe redoblar esfuerzos diplomáticos y técnicos para garantizar el cumplimiento del Tratado de Aguas y evitar consecuencias geopolíticas mayores.
