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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Ezra Shabot, tocará el tema de la Elección del Poder Judicial, una bomba de tiempo para la estabilidad del país.
La iniciativa de reforma judicial que busca elegir a jueces, magistrados y ministros por voto popular ha encendido las alarmas entre analistas, expertos y académicos. Uno de los más críticos es el periodista Ezra Shabot, quien advirtió que esta propuesta representa “una bomba de tiempo para la estabilidad del país”.
¿Qué es lo preocupante en la Elección Judicial?
En su análisis, Shabot subraya que este modelo no solo es inviable, sino sumamente peligroso. “Algunos lugares en Estados Unidos eligen jueces, pero solo a nivel muy local. Hablar de ministros y jueces de circuito, de distrito, magistrados… es básicamente imposible”, afirma. Y lo es, porque en México no existen los mecanismos institucionales que garanticen la imparcialidad y la limpieza en ese tipo de procesos.
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El riesgo es que, en lugar de democratizar la justicia, el sistema termine “copado” por intereses oscuros. “Ya hemos visto denuncias de que el crimen organizado está muy interesado en poner a sus propios representantes dentro de la ley”, advierte. Bajo ese escenario, los jueces serían elegidos no por méritos, sino por dinero y control político.
¿Qué es lo que declaró Shabot?
Shabot asegura que lo que está detrás de esta reforma es una intención clara de la 4T: tomar el control total del Poder Judicial. “Ya tienen el Ejecutivo, ya tienen el Legislativo, y ahora quieren controlar el Judicial. Pero no saben cómo manejarlo políticamente”, señala. Y eso abre la puerta a la manipulación, a elecciones con poca participación, y a un sistema donde “se impondrán quienes hayan metido más dinero y control político”.
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El periodista también destaca que esta reforma desmantela de un plumazo el servicio profesional de carrera en el Poder Judicial. “Independientemente de los casos de corrupción o incapacidad, existían instrumentos para corregirlos. Lo que han hecho es destruir todo y suponer que pueden construir desde cero”, critica.
Además, subraya el impacto económico que tendría una justicia sin certidumbre. “Nadie le pone un peso a un país como México si no hay certeza jurídica”, advierte. Empresas extranjeras y capitales internacionales simplemente se alejarían. “Nos estamos metiendo en un pantano y nos estamos hundiendo paulatinamente”, dice.
Finalmente, Ezra Shabot compara esta situación con un experimento sin control: “Estamos creando un Frankenstein que no sabemos cómo se va a mover. No nos va a garantizar ni mayor justicia ni más participación”.
La reforma judicial, lejos de fortalecer al Estado de derecho, podría desatar una crisis institucional de consecuencias imprevisibles. En un país donde el crimen organizado ya tiene una fuerte presencia territorial, entregar la justicia al mejor postor puede convertirse, como dice Shabot, en un paso hacia el abismo.