Audio relacionado
En entrevista para MVS Noticias con Citlali Saenz, en ausencia de Pamela Cerdeira, el Dr. José Franco, investigador titular del Instituto de Astronomía de la UNAM, mencionó cómo es que una tormenta solar impactará el planeta y podría producir aureolas boreales.
Una tormenta solar de gran intensidad está impactando la Tierra este mes, según explicó el investigador José Franco. El fenómeno, conocido como tormenta geomagnética, ocurre en un momento de alta actividad solar y podría producir espectaculares auroras boreales y australes en zonas cercanas a los polos del planeta.
“El Sol tiene un ciclo de actividad que dura más o menos 11 años”, señaló Franco. “Cada 11 años pasa de estar en una actividad muy alta a una muy baja. Cuando tiene una actividad magnética alta, se generan muchas manchas solares y varias regiones del Sol producen eyección de partículas a muy alta velocidad”.
Te podría interesar
¿Qué es el viento solar?
En estos momentos, el Sol se encuentra en un máximo de actividad. Esto significa que está enviando al espacio grandes cantidades de partículas cargadas conocidas como viento solar que, al chocar con el campo magnético de la Tierra, pueden desencadenar fenómenos espectaculares.
“El campo magnético de la Tierra protege al planeta de estas partículas. Pero cuando las partículas llegan, se concentran en los polos, donde las líneas del campo magnético penetran en la atmósfera”, explicó el investigador. Ahí, estas partículas interactúan con los átomos de la atmósfera, excitándolos y produciendo luz: es así como se forman las auroras boreales en el hemisferio norte y las auroras australes en el sur.
Te podría interesar
¿En que lugares será posible ver auroras boreales?
Estas auroras suelen observarse en países cercanos al Ártico o la Antártida. En México, explicó Franco, es casi imposible verlas debido a la latitud.
Pero además de los impresionantes efectos visuales, las tormentas solares pueden tener un impacto técnico importante. “Esta tormenta geomagnética es de alta intensidad y afecta sobre todo las zonas altas de la atmósfera. Aunque no nos afecta directamente, sí puede interferir con los satélites y las telecomunicaciones”, detalló el científico.
El riesgo no es menor: las comunicaciones satelitales, las transmisiones GPS y algunos sistemas eléctricos podrían experimentar fallas temporales. También representa un riesgo moderado para los astronautas en la Estación Espacial Internacional.
Por fortuna, la llegada de estas partículas puede preverse con cierta antelación. “Se observa cuando sale del Sol la inyección de material y se monitorea su avance por el medio interplanetario. De esa forma, se pueden proteger los satélites para minimizar el impacto en las telecomunicaciones”, concluyó Franco.
La tormenta solar actual sirve como recordatorio de que el espacio exterior tiene una influencia directa en nuestras tecnologías y nuestras vidas, aunque muchas veces pase desapercibido.
