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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Blanca Lilia Rivera Orozco, mamá de Berenice Giles habló sobre, ¿qué sigue tras la muerte de los dos fotógrafos en el Festival Ceremonia?.
“Berenice es mi niña, una estrella fugaz que tuvo que brillar con su partida”, dice con voz entrecortada Blanca Lilia Rivera Orozco, tras la caída de una estructura dentro del recinto. Hoy, su testimonio se suma a la exigencia de justicia por lo que muchos consideran una tragedia que pudo evitarse.
Mientras las autoridades continúan con las investigaciones, Blanca Lilia vive su duelo en silencio y con la fuerza que da el amor de una madre. “Yo no estoy muy metida en nada de eso, estoy aquí con mi duelo, con mi familia apoyando. No puedo tener cabeza para estar buscando otras cosas”, expresó, agradeciendo el apoyo que han recibido, pero también dejó claro que nada llenará el vacío de su hija.
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¿Qué declaró sobre el accidente en el Axe Ceremonia?
Comentó que la pérdida de Berenice no fue un simple accidente, lo considera una consecuencia de negligencias graves. “Quiero que se haga justicia porque no es posible que una persona tan apasionada, tan llena de vida, con tantos sueños, le hayan arrebatado la vida por situaciones de negligencia. Es un accidente que se pudo haber evitado, no puede quedar así, no puede quedar impune”, señaló, visiblemente afectada.
Para Blanca, justicia significa que el caso no quede en el olvido. “Que se esclarezcan las investigaciones, que tomen cartas en el asunto los que tengan que tomar”, afirmó, aunque admite que en este momento el dolor es tan grande que le cuesta ordenar sus pensamientos.
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¿Quién era Berenice Giles?
Berenice Giles soñaba con conquistar el mundo a través de su lente. París era su meta. “Ella me decía que algún día se iba a ir a vivir a París… desde que empezó su carrera su sueño era irse, y lo logró. Luchó bastante, me acuerdo que tenía muchísimo estrés, con tareas, investigaciones… hasta empezó a caerse su cabello”, recuerda su madre con una mezcla de orgullo y dolor.
El legado de Berenice no se limita a su trabajo como fotógrafa; también vive en la inspiración que dejó en quienes la conocieron. “Tuvo que dar su vida para que la reconocieran, porque ya no era reconocida. Luchó mucho para poder estar en eso y no se vale, discúlpame, pero no se vale”, concluye Blanca, con la voz quebrada.
Mientras tanto, la exigencia de verdad y justicia sigue viva. Familiares, amigos y colegas piden respuestas. La memoria de Berenice, al igual que la de su compañero, merece ser honrada con acciones concretas. Y como dice su madre, que su vida no haya sido en vano.