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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Fernando Garza, chief risk officer de Engen Capital, habló sobre consideraciones clave al elegir entre arrendamiento y compra.
“Lo primero a reflexionar son dos puntos”, explicó Garza. “No se toma de manera aislada la decisión de rentar la flota de autos con la cual reparto mi producto. Por definición, es una decisión de mediano y largo plazo, y tiene que insertarse en el análisis de rentabilidad cuando diseñamos un producto”.
¿Qué se debe tomar en cuenta para elegir?
Garza detalló que hay diversos factores clave que influyen en la decisión: el acceso al capital, la obsolescencia del activo y el uso alternativo de los recursos.
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“El hecho de no tener ese capital en la bolsa no debe ser necesariamente un alto en el proceso”, dijo. “Por ejemplo, hay activos que duran tres años, otros cinco, como un auto, y algunos hasta veinte, como una prensa mecánica. Hay que preguntarnos si esa máquina nos servirá para hacer muchas generaciones de nuestro producto o si será rápidamente superada por avances tecnológicos”.
Otro aspecto a considerar es el papel que juega el activo en la operación: “¿Es equipo primario o secundario? ¿Es parte de mi línea de producción o simplemente está alrededor de lo que tengo? Yo lo tengo que cambiar, yo lo tengo que vender… esos son elementos que debemos tomar en cuenta”, puntualizó.
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Ventajas del arrendamiento en ciertos escenarios
El directivo de Engen Capital también subrayó que el arrendamiento puede liberar flujo de efectivo y simplificar la contabilidad, especialmente en empresas con crecimiento acelerado o requerimientos constantes de renovación tecnológica.
“Si compro una máquina porque me sobra caja y necesito usarla para generar mayor rentabilidad, perfecto. Pero si incorporo el arrendamiento como gasto fijo, ya sé cuánto tengo que pagar cada mes, y eso nos puede llevar a que fuéramos perdiendo el miedo al arrendamiento”, afirmó.
Al final, la elección entre arrendamiento y compra dependerá del contexto financiero, del tipo de activo y del plan estratégico de cada empresa. Sin embargo, tomar esta decisión con base en datos, proyecciones y no en hábitos financieros del pasado, puede marcar la diferencia entre crecer de forma sostenible o comprometer recursos clave innecesariamente.