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A pocos meses de que se lleven a cabo las elecciones el Poder Judicial Federal, Dania Ravel, consejera electoral y presidenta de la comisión de prerrogativas y partidos políticos del Instituto Nacional Electoral (INE), explicó que los próximos comicios se llevarán a cabo con un presupuesto bajo, pocas casillas, y aparentemente, sin intervención de los partidos políticos.
La Consejera explicó en el programa de Manuel López San Martín, que el proceso comenzó en septiembre con tiempo limitado y sin tener la reforma completa a la ley. Se destacaron varios desafíos únicos como:
La implementación con recursos limitados, menos casillas que en elecciones federales normales, boletas electorales diferentes, la ausencia de intervención de partidos políticos, y la fiscalización de más de 3,400 candidatos.
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Menos recursos y menos casillas, según Dania Ravel
También se discutió el tema del financiamiento, donde los candidatos deben usar recursos propios sin financiamiento público ni privado, con topes de gastos variables según el cargo.
Se abordó la capacitación de funcionarios de casilla y el nuevo proceso de conteo de votos, que será realizado en los consejos distritales en lugar de las casillas.
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“Arrancamos la elección sin tener todavía la reforma a la ley, stuvimos casi dos meses sin actividades, hasta que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó que ninguna autoridad podía suspender el proceso electoral”; explicó.
La consejera, explicó que los resultados para diferentes cargos se conocerán gradualmente, con un plazo máximo de diez días para completar todos los cómputos. Se discutieron las sanciones por violaciones a las reglas de campaña, incluyendo la posible pérdida del registro de candidatura por injerencia de partidos políticos o falta de rendición de cuentas.
Dania Ravel concluyó que esta elección del Poder Judicial marca un hito en la historia electoral de México, no solo por las condiciones atípicas en las que se lleva a cabo, sino también por la forma en la que las campañas se desarrollan sin el respaldo financiero ni la participación partidaria tradicional.