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En entrevista para MVS Noticias con Pamela Cerdeira, la Dra. Yuriria Rodríguez, especialista en temas de crimen organizado y prevención del terrorismo, habló sobre la carcasa de una escena del crimen en el Rancho Izaguirre: La vergüenza criminológica más grande en la historia de México.
"Yo fui de la primeras en poder entrar, no sé ni cómo lo hice, sólo entré en el grupo de los primeros 10, y lo primero que vi fue un grupo de zopilotes revoloteando muy bajo, entonces me imaginé que había, es un indicio visual de que hay restos humanos en putrefacción y es increíble que no se prioricen esas posibles evidencias ante ya el grado de descomposición de la escena", dijo.
Comentó que las evidencias que todavía pueden arrojar un dato importante son justamente esos cuerpos que no han querido desenterrar y que se sabe que están ahí, que están al fondo del rancho.
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Mencionó que se señalizó con banderitas los límites de donde encontraron los restos, las evidencias, aunque no necesariamente probatorias.
Aclaró que hay una diferencia entre las evidencia y los objetos con carácter probatorio, pues la evidencia es todo, es un universo, pero lo que tiene carácter de prueba es lo que arroje información científica.
"Yo creo que sólo señalizaron límites imprecisos. Fíjate que yo esperaba que por lo menos nos estregaran un organigrama de planimetría, en criminalística es como una especie de diseño o maqueta de la escena y que nos fueran diciendo un poco 'aquí tenemos esta área, en esta área podrían haberse estado realizando este tipo de actividades criminales, y luego aquí podría haber sido donde quizá pudiesen estar haciendo esta otra'; y no fue, no existió nada de ello", expresó.
La Dra. Yuriria Rodríguez agregó que observó caos, una intensión de descomponer más la escena, pruebas que ya están contaminadas que no se van a poder recuperar; y aunque se tuviesen, ya no tendrán un carácter probatorio.