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En entrevista para MVS Noticias con Pamela Cerdeira, Ana María Gutiérrez, directora de Decisión Mujeres con Morelos, habló de la importancia que los refugios para mujeres.
La violencia contra las mujeres en México sigue siendo una preocupación alarmante. Según expertos, esta problemática suele ocurrir mayormente en el hogar, perpetrada por personas cercanas a las víctimas. Ante este panorama, los refugios se han convertido en espacios vitales para proteger y apoyar a mujeres en situaciones de riesgo.
El refugio como espacio de seguridad y reconstrucción
Ana María Gutiérrez, directora de Decisión Mujeres con Morelos, destaca que los refugios brindan un "suspiro de vida" para las sobrevivientes. "Es la primera vez que sus hijos pueden dormir sin despertarse con miedo", señala Gutiérrez, enfatizando la importancia del descanso seguro como primer paso en la recuperación.
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Las mujeres que ingresan a estos centros reciben atención psicológica, médica y educativa. "Muchas llegan con años de descuido personal", afirma Gutiérrez. La falta de autocuidado, daños dentales y problemas de salud acumulados se abordan con un plan integral. Además, se ofrece formación en habilidades laborales mediante talleres de calzado, tejido y bienestar, lo que impulsa la independencia económica de las mujeres.
Casas de transición: El siguiente paso hacia la autonomía
Una preocupación constante es el riesgo de que las mujeres regresen con sus agresores. "La probabilidad se incrementa si no tienen herramientas para una autonomía económica", advierte Gutiérrez. Para enfrentar esta situación, existen casas de transición que permiten a las mujeres vivir sin pagar renta durante seis meses, periodo en el que pueden ahorrar y estabilizarse económicamente.
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Un testimonio de esperanza
Meztli, una beneficiaria de la Red Nacional de Refugios, relata cómo estos espacios transformaron su vida. "Llegué con miedo de todo y sin sentirme capaz de cuidar a mis hijas", recuerda. Después de siete meses en un refugio y un periodo en una casa de transición, logró reunir ahorros suficientes para independizarse y ahora vive con seguridad y confianza. "Sueño con que mis hijas logren identificar la violencia y que no vivan lo que yo pasé", concluye.
El llamado a una política pública efectiva
Gutiérrez señala que la falta de estancias infantiles y la debilidad en las políticas judiciales dificultan que las mujeres se liberen de la violencia. "Es urgente que se reconozca la violencia familiar como un delito grave para que las sobrevivientes reciban la protección que merecen", afirma.
Los refugios y las casas de transición se erigen como pilares fundamentales para la recuperación de las mujeres en situaciones de violencia, pero el desafío de construir una sociedad segura y equitativa persiste.
