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En entrevista con Ana Francisca Vega para MVS Noticias, Luis Hernández, líder de la Sociedad Vanguardista y estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), habló sobre la ola de protestas que se desataron en la entidad tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo y que derivaron en la detención de sus compañeros.
Hernández inició la conversación subrayando la “injusticia que se vive día con día en México”, señalando que los jóvenes buscan un cambio profundo ante la crisis social y de seguridad.
“Los jóvenes queremos un México mejor, más justo y más honesto. Por eso exigimos justicia”, expresó, reflejando la frustración de una generación que enfrenta la represión gubernamental mientras intenta alzar la voz.
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Estudiantes denuncian represión en un estado marcado por la violencia
El joven universitario describió un panorama alarmante en Michoacán, donde el crimen organizado ha permeado la vida cotidiana. “Es muy complicado vivir en un lugar rodeado de crimen”, dijo, y cuestionó que el gobierno “tenga más facilidad para reprimir a quienes protestan que para combatir la violencia”.
De los 10 estudiantes detenidos, solo se conoce la identidad de dos, mientras que los demás permanecen bajo resguardo de la Fiscalía sin información clara. “Ocho compañeros siguen detenidos y se desconoce su nombre”, denunció Hernández, evidenciando la incertidumbre entre la comunidad universitaria.
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La manifestación, inicialmente pacífica, derivó en enfrentamientos tras la intervención de las autoridades. “Los jóvenes fueron reprimidos con gas lacrimógeno”, relató el líder estudiantil, asegurando que la mayoría buscaba ser escuchada sin violencia.
Estudiantes dudan de la efectividad del Plan Michoacán de Claudia Sheinbaum
Respecto al Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, presentado recientemente por la presidenta Claudia Sheinbaum, Hernández expresó dudas sobre su efectividad. “Pueden ser planes muy buenos, pero no se ejecutan correctamente”, dijo, reflejando la desconfianza hacia las promesas gubernamentales frente a la corrupción y la falta de resultados.
Al momento, la lucha estudiantil en Michoacán escala y se consolida como un símbolo de resistencia frente a la violencia y la represión. La pregunta central persiste: ¿Escuchará el gobierno a todos los jóvenes que exigen un México más seguro?
