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En entrevista para MVS Noticias con Ana Francisca Vega, Francisco García, director general de Quadratin, analizó la reciente detención del presunto autor intelectual del asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan.
Aunque el anuncio oficial generó expectativas, la captura de Jorge Armando N., conocido como “el licenciado”, dejó más preguntas que respuestas. “Quedan muchas dudas en el aire… el secretario de Seguridad Pública Federal no termina de precisar el móvil de este crimen”, comentó García, destacando la falta de claridad en la investigación.
Michoacán vive tensión ante el reclamo de justicia y la creciente impunidad
La demanda de justicia ha derivado en protestas y una tensión creciente en las calles de Michoacán. García señaló que la respuesta ciudadana ha sido contundente: “Mucha gente ha salido a manifestarse; hay un resentimiento palpable por la impunidad que se vive aquí”.
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La indignación se ha intensificado tras los asesinatos de Bernardo Bravo y del propio Manzo, hechos que han exhibido la persistencia y capacidad de operación del crimen organizado en la entidad.
“Los grupos delincuenciales siguen actuando de manera impune… hay resentimiento porque pasan los años y no hay justicia”, remarcó el periodista, reflejando la desconfianza generalizada hacia las instituciones de seguridad.
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Escalada de violencia en Michoacán impulsa cambios en seguridad
Ante la escalada de violencia, el gobierno estatal y federal incrementó la presencia militar y policial en puntos clave del estado. García explicó que “se ha reforzado la coordinación entre las fuerzas del orden”, lo que derivó en despidos, reacomodos y nuevos nombramientos en la estructura de seguridad estatal.
Sin embargo, el analista advirtió que las medidas siguen siendo insuficientes: “Mientras no haya voluntad política, las fuerzas del orden no podrán cumplir con su deber”. La falta de resultados efectivos mantiene el escepticismo entre la población.
Si bien la detención del presunto autor intelectual representa un avance, el miedo, la frustración y las dudas persisten entre los michoacanos. La comunidad exige transparencia, mayor contundencia en las investigaciones y un compromiso real de las autoridades para recuperar la seguridad.