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En entrevista con Roxana Aguilar y Luis Ochoa en ausencia de Pamela Cerdeira para MVS Noticias, ¿qué falló en la labor de protección del exalcalde de Uruapan, Carlos Manzo? los detalles con Óscar Balderas periodista especializado en seguridad.
La violencia en México ha tomado un nuevo giro tras el asesinato del alcalde Carlos Manso en Uruapan. El periodista Óscar Balderas, especialista en seguridad, explica que el crimen organizado se está adaptando a los tiempos actuales, usando nuevas tácticas que plantean serios desafíos.
Durante una charla con Roxana Aguilar y Luis Ochoa en ausencia de Pamela Cerdeira , Balderas destacó cómo se han intensificado los crímenes de alto impacto. "El crimen organizado está utilizando cada vez más a sicarios kamikazes", reveló, refiriéndose a quienes están dispuestos a arriesgar sus vidas por una recompensa. La promesa de compensaciones para sus familias es, en muchos casos, falsa.
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Carlos Manzo: ¿Ineficacia de la protección?
El periodista también criticó la falta de preparación de los escoltas. "Vemos lentamente la falta de capacitación adecuada de la custodia a personas en riesgo. Esto es fundamental para su seguridad", enfatizó. La escasez de profesionales en el Servicio de Protección Federal deja un vacío importante que está siendo aprovechado por el crimen organizado.
La percepción de seguridad en lugares como Uruapan se ha debilitado. "Carlos Manzo pudo haberse confiado en la tregua universitaria del Día de Muertos”, dijo. Este contexto de aparente paz puede haber disminuido la percepción de peligro, pero el crimen organizado opera de manera asombrosamente astuta.
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Muerte de Carlos Manzo deja un impacto en la sociedad
Finalmente, Balderas reflexionó sobre el significado simbólico detrás de estos crímenes. "Cuando matas a un líder, en realidad apagas la voz de muchas personas. Es una estrategia que busca desmovilizar a la comunidad", afirmó.
La emboscada a Manzo, un político joven y valiente, representa un mensaje de advertencia para aquellos que intentan desafiar el poder del crimen. Mientras el país enfrenta esta nueva ola de violencia, la sociedad se encuentra ante una disyuntiva: la seguridad pública está en juego, y la pregunta es, ¿cómo se puede revertir esta espiral de violencia que amenaza no solo la vida de funcionarios, sino el futuro de comunidades enteras?
