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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, el sacerdote Jorge Atilano, habló sobre hallan el cuerpo del sacerdote desaparecido hace dos días en el estado mexicano de Guerrero.
El reciente hallazgo del cuerpo sin vida del sacerdote Bertoldo Panteleón, desaparecido hace dos días en Guerrero, ha encendido las alarmas sobre la creciente violencia que afecta incluso a figuras religiosas en México. El sacerdote Jorge Atilano ofreció su perspectiva sobre el caso, subrayando el riesgo que enfrentan los líderes comunitarios en regiones disputadas por el crimen organizado.
Caso Bertoldo Panteleón: Sacerdote señala una posible línea de investigación
"Lo que sabemos es que en su parroquia hay minas disputadas por grupos delictivos. No sabemos si él había recibido amenazas o alguna intimidación; la Fiscalía se encargará de investigar lo que pasó", señaló el sacerdote Atilano, al referirse al entorno en el que trabajaba Bertoldo Panteleón.
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El líder religioso explicó que estas minas se encuentran dentro del territorio parroquial, lo que coloca a la comunidad y a sus representantes en una situación de vulnerabilidad. “Toda la demarcación, los pueblos que comprenden, las minas son de zona parroquial”, dijo, al enfatizar que el crimen organizado disputa estos territorios no solo por el control del territorio, sino por los recursos naturales.
La creciente violencia en Guerrero
Atilano también contextualizó la violencia dentro de una lógica territorial. "Lo que yo interpreto es que la violencia ha tenido más foco en territorios locales. Los candidatos a las alcaldías fueron más asesinados, periodistas locales. Es una disputa del control territorial, recursos naturales, se hacen de recursos ilícitos, eso hemos observado desde hace varios años", indicó.
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Desde su experiencia en iniciativas sociales, Atilano compartió que se están impulsando espacios de diálogo y paz, con resultados positivos en algunos municipios. “Este movimiento ha buscado espacios para buenas prácticas, con gobiernos locales, estatales, líderes, empresarios, en una clave de esperanza. Ha funcionado en lo municipal, escuelas, iglesias. Preparamos el segundo diálogo por la paz en Guadalajara, donde presentaremos metodologías que han funcionado”, explicó.
La muerte de Bertoldo Panteleón no solo es una tragedia para su comunidad, sino también un síntoma de la violencia estructural que se vive en varias regiones del país. “Tenemos que redoblar el esfuerzo, no podemos permitir otra muerte más. Esto refleja lo que vive nuestro pueblo. Los sacerdotes estamos siendo afectados por la ola de violencia”, concluyó Jorge Atilano.
El caso de Bertoldo Panteleón ha resonado a nivel nacional como un recordatorio urgente de los desafíos de seguridad que enfrentan los líderes sociales y religiosos en México, especialmente en zonas con presencia de economías ilícitas y criminalidad organizada.
