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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Laura Martínez, directora de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas, habló sobre casos de violación tumultuaria se disparan en CDMX.
La preocupante realidad de la violencia sexual en la Ciudad de México ha puesto en alerta a organizaciones civiles, especialmente en lo referente a los casos de violaciones tumultuarias. Laura Martínez abordó el tema, señalando que las cifras oficiales podrían estar subestimando gravemente la magnitud del problema y que el acceso a la justicia sigue siendo un obstáculo crucial para las víctimas. Las violaciones tumultuarias son un fenómeno que, históricamente, ha requerido cambios legislativos, y las denuncias actuales reflejan una urgencia similar.
Discrepancia en las cifras y el miedo a denunciar
Martínez destacó que, aunque es positivo que se estén visibilizando las estadísticas, las cifras oficiales de víctimas de violaciones tumultuarias parecen incompletas. "Las cifras que dan desde mi punto de vista es que en promedio 45 víctimas al año por violación tumultuaria, creo que se queda corto, no coinciden los datos," afirmó la directora.
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Esta discrepancia se debe, en gran medida, al miedo de las sobrevivientes a iniciar una carpeta de investigación. La desconfianza en las autoridades y el temor a la revictimización son barreras significativas. La organización que dirige Martínez atiende a personas que, por temor, nunca denunciaron oficialmente. Según su experiencia, a la cifra oficial "hay que aumentarle un 200%, de todas las personas que han venido por atención".
Patriarcado y machismo: obstáculos en el proceso judicial
Un punto central en el análisis de Laura Martínez es el papel del machismo y el patriarcado en el sistema de justicia, lo que perpetúa la impunidad y desalienta la denuncia de violaciones tumultuarias y otros delitos sexuales.
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"Llegan personas que nunca quisieron iniciar una carpeta de investigación por miedo a que las sigan violentando en el acceso a la justicia, pero también por este machismo que se da dentro del acceso a la justicia," sentenció Martínez.
Este problema trasciende niveles, afectando a mujeres, niñas, niños y adolescentes. La directora citó un ejemplo preocupante en el que se puso en duda la credibilidad de las víctimas por parte de exfuncionarios de alto nivel:
"Empezando por Ernestina Godoy, ex fiscal de la Ciudad de México, ella en su administración dijo que se fabrican delitos contra violadores, esto que dijo lo dijo por un ex magistrado, Horacio, quien violentó a sus niñas, estaban las pruebas, había señas en su cuerpo de haber sido violada y no procedió".
Este tipo de declaraciones y la falta de acción oportuna, según Martínez, evidencian cómo el patriarcado tiene un "papel primordial en el acceso a la justicia".
Un problema histórico y generalizado
La directora recordó que el problema de las violaciones tumultuarias no es nuevo. Mencionó un caso histórico de 1987, donde 19 mujeres fueron violadas con el mismo modus operandi por agentes judiciales, lo que llevó a la modificación del código penal.
"Desde las violaciones tumultuarias han sido desde siempre, siempre ha existido, hay un ejemplo importante, en el 87 hubo una violación que estuvo circulando mucho, fueron 19 mujeres violadas que denunciaron con el mismo modus operandi [...] y gracias a esas denuncias, se hizo un foro de consulta en el Congreso y se modificó el código penal, hablo desde 1987, casi 40 años."
La creencia de que la violencia sexual afecta solo a ciertas poblaciones es, según Martínez, un "mito sonado". La realidad es que "todas las mujeres, todas sin excepción, han vivido violencia." La Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas busca denunciar y acompañar de forma respetuosa a las víctimas, en un esfuerzo por combatir la impunidad y garantizar que las personas afectadas por violaciones tumultuarias encuentren justicia.