En entrevista para MVS Noticias con Ana Francisca Vega, el activista y periodista Javier Roldán, originario de Álamo, Veracruz, describió la grave situación que enfrentan las comunidades afectadas por recientes derrames de petróleo, que se suman a las severas inundaciones registradas en la región.
“La situación se ha complicado aquí en el municipio, lejos de la catástrofe que vivimos, donde se dañaron 50 colonias y aproximadamente 30 comunidades”, expresó Roldán, quien lamentó que la fuga en un ducto de Pemex haya provocado un desastre ambiental que dejó sin agua potable a miles de familias.
Comunidades afectadas por el derrame de Pemex
El derrame de hidrocarburo, reportado el 10 de octubre, afectó directamente a las comunidades de Citlaltépec, Zanja del Bote y Rancho Nuevo. Según Roldán, “millones de litros” de petróleo se filtraron al suelo y contaminaron el río Pantepec, una de las principales fuentes de agua de la zona.
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“Ya no hay agua potable, no bombean”, denunció el periodista, al señalar que los pozos y manantiales presentan altos niveles de contaminación. Habitantes han reportado síntomas de intoxicación, vómitos y problemas respiratorios, sin que las autoridades de salud hayan implementado un plan de atención emergente.
Insuficientes la respuesta de Pemex y las autoridades
Aunque Pemex informó haber reparado la fuga, los pobladores aseguran que las medidas fueron superficiales. “La empresa solo colocó barreras para impedir que el petróleo llegara al río Tuxpan, pero el daño ya está hecho”, explicó Roldán.
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“Como es impresionante el derrame, ya no se puede hacer nada para contenerlo”, agregó.
A pesar de la magnitud del desastre, el gobierno estatal y federal se ha concentrado en atender las inundaciones recientes, dejando en segundo plano la contaminación petrolera. “Están más preocupados por limpiar las colonias que por resolver el problema ambiental”, criticó el activista.
El derrame de petróleo en Veracruz pone en evidencia la vulnerabilidad de las comunidades rurales y la falta de protocolos efectivos ante emergencias ambientales. Sin acceso a agua potable ni atención sanitaria, los habitantes enfrentan una doble crisis: ecológica y humanitaria.
