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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, el Doctor Jesús González, especialista en epidemiología y salud pública y presidente de la Red México sin Tabaco, habló sobre los impuestos saludables.
El Dr. Jesús González advirtió que México necesita una reforma integral en salud alimentaria y el fortalecimiento de políticas fiscales como los impuestos saludables, para frenar la creciente epidemia de obesidad y enfermedades crónicas.
El experto subrayó que el país enfrenta una grave crisis provocada por el consumo excesivo de calorías, el acceso limitado a agua potable y la falta de espacios seguros para la actividad física infantil.
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“México enfrenta una epidemia de obesidad por el consumo excesivo de calorías, es un problema múltiple”, afirmó. “En la mayoría de las escuelas no encuentras acceso al agua potable”, añadió.
Niñez en riesgo y falta de espacios seguros
El Dr. González explicó que la violencia ha limitado el desgaste calórico en la población infantil, lo que se traduce en cifras alarmantes de sobrepeso desde edades tempranas.
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“Hoy nuestras niñas y niños no pueden salir a jugar porque la violencia tiene secuestrados a nuestros niños”, señaló. “Uno de cada tres o cuatro preescolares tiene problemas de sobrepeso y 7 de cada 10 adultos también”.
Afirmó que sin políticas públicas integrales, los impuestos saludables no tendrán el impacto necesario para transformar los hábitos alimenticios.
Impuestos al tabaco, alcohol y bebidas azucaradas
El presidente de la Red México sin Tabaco reiteró su apoyo al incremento de impuestos en productos nocivos como el tabaco y el alcohol, y cuestionó la falta de regulación efectiva.
“Estoy de acuerdo en un impuesto al cigarro, por lo menos del 10 %. La realidad golpea: se venden cigarros en cualquier lado”, denunció. “En cualquier partido te obligan a consumir de 2 cervezas, eso es propiciar y nadie regula”.
También criticó la falta de etiquetado claro y el abuso de edulcorantes en productos dirigidos a niños y adolescentes.
“Mucho se habla del efecto del edulcorante en niños y adolescentes, el etiquetado señala que no debe consumirse por menores, pero todavía faltan estudios concluyentes”, explicó.
La clase trabajadora y el consumo de refrescos
El Dr. González ejemplificó cómo la realidad del trabajo físico influye en los hábitos alimenticios de ciertos sectores, sin necesariamente derivar en obesidad.
“Siempre pongo el ejemplo de que las personas que más consumen refresco son los albañiles, pero por su trabajo no tienen sobrepeso”, dijo. “Tienen que consumir calorías por su desgaste físico”.
Además, llamó a fomentar una transición hacia bebidas sin azúcar y mejorar la información nutrimental en los productos. “Hay que migrar de bebidas con azúcar a bebidas sin azúcar”, subrayó. “El 99 % de productos en el súper tienen dos o más sellos nutrimentales. Por eso hablo de una política nutrimental”.
Urge reforma alimentaria
Finalmente, el especialista hizo un llamado al gobierno para impulsar cambios estructurales que regulen el entorno alimenticio, promuevan estilos de vida saludables y fortalezcan los impuestos saludables como herramienta de salud pública. “Nos hace falta una reforma integral”, concluyó.
En este contexto, los impuestos saludables se perfilan no solo como una estrategia fiscal, sino como un elemento clave en la lucha contra las enfermedades crónicas y la obesidad en México.
