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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Angélica Arellano Ángeles, presidenta de la Red de Conciencia Ambiental Queremos Vivir A.C. habló sobre las fallas en Refinería Miguel Hidalgo ocasiona derrame de combustible en el Río Tula.
Tula se ha convertido en el escenario de una nueva controversia ambiental tras el reciente derrame de hidrocarburos, lo que ha puesto en jaque la seguridad y la salud de sus habitantes.
Ángeles, expresó su preocupación sobre la respuesta tardía de las autoridades ante esta crisis. "Nos enteramos del derrame a través de redes sociales, y no había un comunicado oficial hasta horas después", declaró Arellano.
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Esta falta de comunicación ha desatado la inquietud en la comunidad, especialmente considerando que Tula es una región con altos índices de contaminación.
Desde la inundación de 2021, los vecinos han estado en alerta constante, comunicándose por plataformas digitales. Sin embargo, el domingo pasado, la comunidad fue testigo del derrame y, asombrados, comenzaron a documentar la situación. Según Arellano, las imágenes fueron contundentes, y cuestiona que las autoridades aseguren que "no hay riesgo para la población".
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¿Indiferencia ante el Daño Ecológico?
El derrame ha generado múltiples críticas hacia Pemex y las autoridades locales. "Vivir en una zona de sacrificio es preocupante", enfatiza Arellano, quien ha instado a un examen más profundo de la situación.
Asegura que "el daño ecológico es grave" y evidente, no solo por el derrame, sino también por las políticas que parecen favorecer a las empresas sin considerar los riesgos para la población. Agregó que "hay un riesgo de explosión y la situación se minimiza inexplicablemente".
Los derrames no solo afectan el ecosistema del río Tula, sino que también impactan las áreas de riego de los campesinos que dependen de aguas limpias para sus cultivos. Los residuos tóxicos fluyen hacia manantiales y balnearios, lo que pone en riesgo la salud de muchas familias.
Burocracia que Aumenta el Desafío
Arellano también destacó la traba burocrática que enfrentan al intentar denunciar estos incidentes. "De la Profepa te mandan a Semarnat, y luego a otras instituciones, nadie responde", explicó.
Su llamado es hacia un mejor funcionamiento y colaboración entre las distintas instancias del gobierno para poder abordar estos problemas de manera eficiente.
Específicamente mencionó que mientras se ignoren los daños y las autoridades no actúen, los pueblos de Tula seguirán siendo los más perjudicados. "Hacemos un llamado a que se hable con la verdad y que se asuma la responsabilidad por el daño ecológico", concluyó Arellano.
La comunidad de Tula espera respuestas rápidas y efectivas ante este nuevo derrame de Pemex, recordando que ya han vivido tragedias similares que podrían haberse evitado.
