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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Renata Demichelis Ávila, directora para México de Elementa DDHH habló de la alerta de la ONG por aumento de casos de sobredosis de fentanilo en México.
El consumo de fentanilo en México ha generado preocupación entre las organizaciones de derechos humanos, particularmente por su impacto en poblaciones vulnerables, como las personas en situación de calle.
Renata Demichelis Ávila, directora para México de Elementa DDHH, presentó un informe que expone la gravedad del problema, especialmente en ciudades fronterizas como Tijuana y Mexicali.
El informe destaca que el consumo de fentanilo comenzó a detectarse en ciudades fronterizas desde 2018, años antes de que el tema captara la atención nacional. “Las organizaciones locales que trabajan con población usuaria reportan que, desde el año pasado, el 100% de las pruebas realizadas en estas zonas dan positivo a fentanilo”, explicó Demichelis.
Este fenómeno tiene una estrecha relación con la movilidad humana en la frontera, derivada de deportaciones y desplazamientos internos. En estas zonas, las personas en situación de calle recurren al consumo de sustancias psicoactivas como una forma de afrontar las difíciles condiciones de vida.
Fentanilo: consumo no siempre consciente
El informe señala que muchas personas no consumen fentanilo de manera deliberada. En muchos casos, otras sustancias están contaminadas, intencional o accidentalmente, con fentanilo.
“Aunque hay personas que ya reconocen consumir fentanilo, hace algunos años no era así. Hoy, las organizaciones y comunidades usuarias actúan bajo el supuesto de que todas las sustancias podrían estar mezcladas con fentanilo”, explicó la directora de Elementa.
El informe de Elementa DDHH analiza programas y políticas implementadas en ciudades como Tijuana y Mexicali. Aunque hay avances, las recomendaciones señalan la necesidad de un cambio de enfoque en las políticas públicas, con acciones específicas por parte de los tres niveles de gobierno:
- Enfoque en salud pública: Adoptar medidas de reducción de riesgos y daños en lugar de políticas prohibicionistas.
- Acciones puntuales: Implementar programas que incluyan capacitación y distribución de herramientas como naloxona para prevenir sobredosis.
- Fortalecimiento de organizaciones locales: Apoyar a los colectivos que trabajan directamente con personas usuarias.
“Es urgente que las autoridades actúen con políticas efectivas y sensibles, pues esta crisis afecta a las personas más vulnerables”, concluyó Demichelis al alertar sobre el aumento de casos de sobredosis de fentanilo en México.