ENTREVISTAS PAMELA CERDEIRA

Cártel Chamula y la explotación sexual de mujeres indígenas: un crimen ignorado en Chiapas

Una investigación de Óscar Balderas revela cómo el cártel Chamula utiliza la adicción y la violencia para explotar sexualmente a mujeres indígenas en Chiapas.

La explotación sexual en Chiapas, un crimen que afecta a mujeres indígenas y perpetúa el control territorial del cártel Chamula.
La explotación sexual en Chiapas, un crimen que afecta a mujeres indígenas y perpetúa el control territorial del cártel Chamula.Créditos: Cuartoscuro
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Entrevista a Óscar Balderas/ Pamela Cerdeira

En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Cártel de Chiapas explota a mujeres indígenas para contenido sexual, la historia con Óscar Balderas, periodista especializado en seguridad.

Una investigación del periodista Óscar Balderas revela la terrible realidad que viven mujeres indígenas en Chiapas, explotadas por un cártel local para la producción de contenido sexual. Balderas describe cómo este grupo criminal, conocido como el Cártel Chamula, utiliza la adicción a las drogas para someter a sus víctimas y lucrar con la venta de videos de contenido sexual explícito.

El cártel Chamula, considerado el primer cártel “indígena” en México, está compuesto principalmente por miembros del pueblo originario tsotsil. Este grupo, aseguró el especialista  ha creado un negocio atroz: la grabación de videos sexuales, forzados o bajo engaños, de mujeres indígenas que van desde los 13 años hasta adultas mayores.

"Es un crimen que combina la narcocultura del norte con la cosmovisión indígena del sur. Utilizan la droga, principalmente crack, para enganchar a las víctimas, volviéndolas dependientes y, posteriormente, explotándolas a cambio de evitar el síndrome de abstinencia," explicó Balderas.

Etnoporno: una estrategia de control social y territorial

Este contenido, llamado “etnoporno”, no solo genera ganancias económicas para el cártel, sino que también refuerza su control territorial. Balderas relata cómo las víctimas son grabadas en condiciones degradantes, en hoteles controlados por el cártel o incluso con cámaras ocultas.

"Las grabaciones son vendidas en mercados locales, como en San Cristóbal de las Casas y San Juan Chamula, a través de USBs que cuestan hasta 150 pesos. Basta con pedir ‘videos de chamonic’ para obtenerlos", detalló Balderas.

El término “chamonic”, usado por el cártel para referirse de manera despectiva a las niñas y mujeres explotadas, se ha convertido en un símbolo del desprecio hacia las víctimas, quienes son vistas como un medio para generar ingresos y mantener una base social entre los hombres de las comunidades.

"Las autoridades no solo ignoran las denuncias, sino que muchas veces revictimizan a las mujeres o, peor aún, son clientes de este mercado negro", denunció el periodista.

La investigación de Óscar Balderas expone una verdad incómoda: mientras estos delitos permanecen ignorados, las víctimas continúan atrapadas en una red de explotación y abuso.

"Es importante que la sociedad conozca la realidad detrás de estos videos y entienda que consumirlos alimenta un sistema de violencia y degradación," concluyó.