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En su colaboración para MVS Noticias con Luis Cárdenas, el especialista en ciencia Arturo Barba advirtió que la presidencia de Donald Trump representa un riesgo significativo para la supremacía científica y tecnológica de Estados Unidos.
"Una de las primeras víctimas va a ser la ciencia", aseguró Barba, quien destacó que tanto la investigación pública como privada podrían enfrentar graves retrocesos bajo su administración.
Estados Unidos, líder mundial en economía y tecnología, cuenta con 1.3 millones de científicos, en comparación con países como México, que tiene apenas 35 mil investigadores.
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Los planes de Trump
Según Barba, el país norteamericano debe su posición de potencia mundial a su liderazgo científico.
Sin embargo, durante el mandato anterior de Trump, sectores clave como el ambiental y el energético sufrieron recortes presupuestarios y restricciones.
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"En 2017, hubo una marcha por la ciencia en respuesta a los ataques deliberados de Trump contra los científicos", recordó.
El negacionismo climático de Trump es otro punto preocupante. Durante su gestión anterior, retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París y de la Organización Mundial de la Salud.
"Prohibió incluso la palabra 'cambio climático' en investigaciones oficiales", comentó Barba.
Señaló que este enfoque podría repetirse, afectando tanto las políticas ambientales como las inversiones en energías renovables.
Barba también destacó que Trump podría influir negativamente en sectores tecnológicos como las redes sociales y la inteligencia artificial, en medio de la creciente rivalidad con China.
"TikTok es un ejemplo de esta guerra tecnológica. Aunque solo representa el 10 por ciento de sus usuarios globales en Estados Unidos, esta plataforma pone en entredicho el dominio de las empresas estadounidenses", explicó.
La continuidad de Donald Trump como presidente podría marcar un punto de inflexión para la supremacía científica y tecnológica de Estados Unidos, una posición que ha mantenido desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Como señaló Barba, "su visión del mundo pone en peligro no solo la ciencia, sino el liderazgo global de Estados Unidos".