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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Natalia Lane, defensora de Derechos Humanos y trabajadora sexual, narró por qué confrontó a Bertha Alcalde, a dos días de que se cumplan tres años de su intento de transfeminicidio.
A dos días de cumplirse tres años del intento de transfeminicidio que sufrió, Natalia Lane, defensora de Derechos Humanos y trabajadora sexual, confrontó a Bertha Alcalde, evidenciando la lentitud y las deficiencias del sistema de justicia en México. Lane narró su experiencia y explicó las razones que la llevaron a alzar la voz.
Lane, quien ha sido una incansable activista por los derechos de las personas trans, narró su experiencia al sobrevivir un brutal ataque que le dejó heridas profundas en rostro, cabeza, brazos y manos. “Me siento con impotencia y rabia por el sistema de justicia que tenemos en este país”, expresó.
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Tres años sin justicia efectiva
“Sobreviví a un intento de feminicidio acá en la Ciudad de México. Mi agresor me infligió heridas con un cuchillo en diferentes partes de mi cara, de mi cabeza, mi brazo y mis manos”.
Tras el ataque, el agresor de Natalia fue detenido y vinculado a proceso, pero el camino hacia la justicia ha sido lento y doloroso. Aunque la carpeta de investigación ya está judicializada, el juicio oral aún no tiene fecha. Lane explicó que su agresor, quien además es abogado, ha utilizado amparos para obstaculizar el proceso legal.
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“En cada etapa del proceso ha buscado revictimizarme, acusándome incluso de ser una secuestradora de alta peligrosidad”, relató la activista, quien ha luchado junto a su equipo legal para evitar que se modifique la medida de prisión preventiva justificada que mantiene a su agresor tras las rejas.
El enojo y la frustración de Lane no son solo por su caso. Destacó la alarmante cifra de transfeminicidios en el país, con casi 60 casos registrados solo en 2024, muchos de ellos en la capital. “Se supone que esta ciudad es de avanzada en derechos humanos, pero seguimos viendo discursos vacíos mientras las víctimas no obtienen justicia”, lamentó.
Su confrontación pública buscó visibilizar la indiferencia de las autoridades hacia las necesidades de las víctimas y sobrevivientes. “Mi reacción fue de coraje al escuchar palabras de ‘palmaditas’ en la espalda entre funcionarios, mientras cientos de mujeres trans han sido asesinadas”.