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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, el internacionalista, Fausto Pretelin narró que derrocan al dictador Bashar Al-Assad en Siria.
Siria marcó un punto de inflexión en su historia con la destitución de Bashar al-Assad, un dictador que gobernó el país durante décadas, continuando el legado autoritario de su padre, Hafez al-Assad.
La noticia, que resuena en todo el mundo, pone fin a un régimen señalado por su brutalidad, uso de armas químicas contra su propia población y vínculos con organizaciones extremistas.
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“Es un dictador menos en la historia”, señaló Fausto Pretelin al referirse a la caída de Al-Assad. “Bashar al-Assad, junto con su padre, gobernó Siria durante 50 años. Ambos dividieron al país y cometieron crímenes de lesa humanidad, incluyendo el uso de armas químicas contra su gente. Su régimen será recordado como uno de los más sanguinarios”, afirmó.
El régimen al-Assad se consolidó en medio de la Primavera Árabe, un movimiento que, a partir de 2010, buscó cambios democráticos en la región. Mientras países como Túnez y Egipto lograron avances significativos, Siria se sumió en una cruenta guerra civil. La respuesta del régimen fue implacable, mostrando “fortaleza, crudeza y un perfil sanguinario”, según Pretelin.
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Crímenes y vínculos con el terrorismo
Bashar al-Assad fue acusado por Estados Unidos de mantener vínculos con grupos terroristas, incluido el Estado Islámico. En 2017, el gobierno estadounidense ofreció 10 millones de dólares por su captura, subrayando la amenaza que representaba para la estabilidad global.
A pesar de estas acusaciones, Pretelin resalta que la caída del dictador es una “buena noticia, más allá de quién lo haya derrocado”. Sin embargo, el fin de su régimen plantea nuevas preguntas sobre el futuro de Siria y la estabilidad de una región aún marcada por conflictos y tensiones étnicas.