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En entrevista para MVS Noticias con Sheila Amador en ausencia de Luis Cárdenas, Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, abordó la creciente preocupación por el delito de extorsión en la Ciudad de México y la necesidad de una respuesta más efectiva por parte de las autoridades.
Rivas señaló que es uno de los delitos que más ha aumentado durante este sexenio, pero a menudo pasa desapercibido debido al temor de las víctimas a denunciar.
“Es un delito poco visibilizado por el temor que tienen las víctimas al denunciar”, mencionó.
Esta situación abarca diversos tipos de delitos, desde llamadas telefónicas hasta delitos cibernéticos y extorsiones presenciales, como el cobro de piso.
Destacó que los delincuentes también ejercen control sobre mercados, imponiendo restricciones a los comerciantes sobre qué productos pueden vender.
Uno de los desafíos fundamentales es el temor de las víctimas a denunciar y la falta de resultados satisfactorios cuando deciden hacerlo.
Rivas compartió que están trabajando con legisladores para impulsar una transformación normativa, ya que la ley que aborda el delito data de 1984 y algunos estados, como Nayarit, no lo reconocen.
“A partir de la ausencia de una regulación importante, también tenemos una serie de fallas en términos de política pública que deja en una situación endeble a los ciudadanos”, explicó.
Más consecuencias de la extorsión
Esto no solo afecta directamente a las víctimas, sino que también contribuye a la subsistencia de otros delitos, como la piratería y el contrabando.
Rivas subrayó la importancia de abordar este problema, destacando que en muchos casos los delincuentes se hacen pasar por grupos criminales importantes para infundir miedo, incluso si no tienen ninguna afiliación con esos grupos.
Señaló que la falta de atención adecuada por parte de las fiscalías locales y generales es un aspecto crítico que debe abordarse para combatir eficazmente la extorsión y sus consecuencias.