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En su colaboración con Luis Cárdenas para la Primera Emisión de MVS Noticias, Arturo Barba, experto científico, habló sobre la Ley de Ciencia y Tecnología.
La Cámara de Diputados aprobó ayer en el Pleno, el dictamen con 257 votos a favor, 208 en contra y dos abstenciones.
Como te informamos, se hicieron precisiones respecto al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), cuyo propósito será fortalecer las capacidades públicas.
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Igual, se aclaró que “trabajadores” de universidades privadas podrán participar en el SNI, solo si la “universidad empresa” firma convenio con el Conacyt, comprometiéndose a otorgar estímulos a los “trabajadores”.
Respecto al Conacyt, ahora su nombre será Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación.
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Ley de Ciencia y Tecnología favorece a Álvarez-Buylla
El experto comentó que esta reforma ahora pasa al Senado, donde es seguro que se apruebe también.
“Los diputados prácticamente no agregan nada, la Comisión de Ciencia y Tecnología, junto con la de Educación, la verdad es que los legisladores no saben nada de ciencia y la aprobaron tal cual como la envió el Ejecutivo”, opinó.
Mencionó que se trata de una “Ley Álvarez-Buylla” en honor a la directora del Conacyt debido a que se aprobó “tal cual a pesar de que había otra propuesta de Romero Hicks, que se quedó al margen”.
“No se tomaron en cuenta las opiniones de los expertos en el parlamento abierto, que es una pantomima”, contó.
Los principales cambios
El especialista compartió que esta ley suspende la obligación del Estado mexicano de eliminar el 1 por ciento del PIB a las actividades científicas y tecnológicas.
Tampoco se puede destinar en el presupuesto anual menos de lo que se destinó en el año anterior.
“En lo que le falta mucho es en el apoyo de la divulgación de la ciencia, hay muchos museos planetarios en este país y no se aprovecha esa red que está establecida”, criticó. “Tampoco se legisló para aprovechar las comisiones de ciencia y tecnología de cada uno de los estados, se está centralizando un poco más”.
Arturo Barba concluyó con que la Ley de Ciencia y Tecnología “establece una ley de centros públicos de investigación, donde está el CIDE” y que “siempre ha sido facultad del director del Conacyt el nombrar a los directores”.