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En entrevista con Luis Cárdenas para la Primera Emisión de MVS Noticias, Pablo Ferri, periodista de El País, habló sobre el caso Nuevo Laredo, donde jóvenes fueron asesinados por militares el pasado domingo, así como sus diferencias con el de Tlatlaya.
“Lo que nos mostraba (la necropcia) es que no había sido del todo así”, comentó el reportero tras lo declarado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Comentó que las víctimas tenían heridas de bala por el pecho, la espalda y la parte lateral.
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“La necropsia no menciona la distancia en que se disparó”, señaló el comunicador.
Ante lo informado por el Ejército, Pablo Ferri comentó que la persecución no ocurrió así, ya que “se puede dar cuenta a partir de los estudios de necropsia sobre los ángulos de los muchachos que estaban en posición de piloto y copiloto”.
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Un dato más que compartió el periodista fue que el conductor de la camioneta silverado sufrió dos heridas de bala, una de ellas en la cabeza, mientras que las tres personas en la parte trasera murieron.
“Otro de los muchachos tenía cinco heridas de bala, cuatro de ellas con orificio de entrada por la espalda”, manifestó Ferri.
Uno de los jóvenes sobrevivió y dijo en su declaración que un militar disparó dos veces: “Escuchó cómo decían varias veces ‘mátenlo, mátenlo’”.
¿Quiénes eran los jóvenes asesinados?
De acuerdo con el periodista, ellos tenían sus empleos: “Una pareja de hermanos trabajaban arreglando cajas de tráiler, otro que era hojalatero, pero es innegable que estos días circulan fotos de ellos con armas y equipo táctico y yo ni me meto ni me dejo de meter”.
Segú el comunicador, “lo que nos compete estos días, da un poco igual, esto no es justificar las acciones de nadie”.
¿Caso Nuevo Laredo similar a Tlatlaya?
Este caso recuerda al de Tlatlaya, donde una camioneta del Ejército patrullaba una región de Guerrero y soldados asesinaron igual a unas personas dentro de una bodega.
“Al parecer, en ese patrullaje, era un grupo de personas en una bodega en obra negra, cuando los ven los soldados, no está claro si los atacaron o no”, comentó Ferri.
La diferencia entre el caso Nuevo Laredo y Tlatlaya es que en el más reciente “no había una agresión previa”, según Pablo Ferri.