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En su colaboración con Luis Cárdenas para la Primera Emisión de MVS Noticias, Saúl Arellano, especialista en cine, habló sobre el filme “¡Qué viva México!”.
“Si tuviera que describir en una sola frase la última película de Luis ‘El perro’ Estrada sería así: ‘cuartotransformado el perro, se acabó la rabia’”, comentó el analista del séptimo arte.
¿De qué trata ‘¡Qué viva México!’?
De acuerdo con el comentarista, es una película que pretendía repetir la dinámica de la denuncia mediante una “extravagante serie de secuencias donde se resaltaban los vicios, las taras, las sin razones y lo obscenamente corrupto de los sexenios anteriores”.
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“De alguna forma lo lograba siempre, los personajes que desfilaban en ‘La Ley de Herodes’, ‘Infierno’ o ‘La Dictadura Perfecta’ no dejaban al títere con cabeza, era algo que parecía sacado de la fantasía o la ciencia ficción”, comentó Saúl.
Sin embargo, con este nuevo filme inaugura una nueva corriente de lenguaje cinematográfico: “Me refiero al Cine del Bienestar”.
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“La película no solo es la peor de toda su filmografía debido a lo irregular del ritmo, la narrativa que va abriendo paso a muchas historias que cierra de forma abrupta para caer en un ciclo constante de motivos y de bromas que después de una hora son completamente innecesarias”, opinó.
La culpa de lo anterior, según Arellano, es la eternidad que trata de dar solución a lo planteado.
“Es por ello que tiene momentos interminables de un fin que cuando llega es absolutamente absurdo de tanto enredo y repetitivo, y para colmo de males es una película cobarde respecto a la denuncia acostumbra, convirtiéndola en un panfleto burdo, donde los señalamientos disque valientes no son sino una lluvia de pétalos de rosa”, mencionó.
“Estrada se decanta por la denuncia del abrazo y no del balazo visual y argumental al gobierno en turno y que en sexenios anteriores no dejaba una sola sin arremeter furiosamente. Verdaderamente de vergüenza y de pena ajena”, concluyó Saúl Arellano sobre ‘¡Qué viva México!’.