En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, hoy en Circoliseum, la ingeniería y astronauta Katya Echazarreta.
Fue en 2022 cuando Katya Echazarreta, de 27 años fue el centro de los reflectores cuando se convirtió en la primera mexicana en ir al espacio y también fue la mujer más joven en hacerlo.
A pesar de que su experiencia fue una de las más bellas que pudo vivir y la llena de ilusiones, de sueños y de orgullo, poder llegar a ella no fue nada fácil.
Te podría interesar
“Cada veo una mujer que me admira por ir al espacio, se me llenan los ojos de lágrimas, y ya no puedo dejar que México siga como está ahorita con tantos sueños, con tanto talento con tantas personas con esa hambre de seguir adelante, esa hambre de crear esta tecnología, también de explorar el universo”.
Una niñez fuera de México
La nacida en Guadalajara recuerda que fue cuando tenía 8 años, ella y su familia tuvieron que salir de su país e ir a Estados Unidos, la razón, una meningitis de su hermana que no podía ser completamente entendida aquí en México por falta de equipamiento médico.
Te podría interesar
“Eso sucedió a finales de los ochenta, principios de los 90, cuando no había la atención médica necesaria, pero también la atención educativa necesaria para una niña como ella, no existía en México cómo debería existir, así que, es por eso que mi familia decide irse a los Estados Unidos para que ella pueda tener la atención médica necesaria”.
Ingeniera en la oscuridad
La divulgadora científica mexicana nacionalizada estadounidense narró que parte de su deseo por estudiar ingeniería fue gracias a su padre, quien justamente era ingeniero; sin embargo, en aquel tiempo su padre solo tenía sus ojos puestos en su hijo varón.
“Le enseñaban las cosas a mi hermanito, le traían todos los componentes y las cositas para que jugara mi hermanito. Son esas ideas que tienen en su mente de que ‘yo quiero que un niño sea como yo’, el niño es el que va a llevar el nombre de la familia”.
Sin embargo, ella sabía que aquello que hacía su hermano era lo que le gustaba y deseaba hacerlos también, por lo que sola en su cuarto y oscuras, trabajaba en sus proyectos, destruía y construía, poniendo a prueba su capacidad.
Hasta que decide dar a conocer a su familia su gusto por la ingeniería.
Más difícil enfrentar el machismo que viajar al espacio
Katya Echazarreta recordó con amor, todo el apoyo que recibió de su madre cuando comenzó su carrera y su viaje por conseguir su sueño.
“Logro comprender cómo lo hizo, de dónde salió, no lo sé, pero ella creía en mí tanto, pero no como un una mamá cree en un hijo, ella creía en mí tan honestamente, ella realmente sentía y sabía que yo iba a lograr estas cosas que yo decía, que iba a ser así, que no era una posibilidad sino como una realidad”.
Por ello, consideró a su mamá como ese motor que la impulsó a seguir su sueño a pesar de los comentarios negativos que recibía, los rechazos machistas y sexistas y la forma en que muchos minimizaron su interés.
Incluso tuvo que enfrentar que la llamaran egoísta, por no cambiarse el apellido, al de su esposo cuando se enteró que viajaría al espacio.
“Para mí fue tan raro cuántas personas me preguntaron que porqué estaba tomando esta decisión tan egoísta de no cambiarse el nombre para que el nombre de mi esposo fuera el nombre de quien fuera al espacio”, recordó.
Un sueño hecho realidad
Esta ingeniera mexicana logró su sueño de llegar a la NASA, donde fue elegida por la organización Space For Humanity entre 7 mil candidatos para un pequeño vuelo de 10 minutos que sobrepasó la frontera terrestre.
Este fue un parteaguas para la mexicana quien decidió apostar por el futuro de México.
“Estoy ahorita trabajando mucho para eventualmente pasar una Reforma constitucional (…) para lograr crear una base legislativa por primera vez en la historia de México que va a dejar al país crear las regulaciones y las organizaciones necesarias para tener el primer lanzamiento desde el país, los primeros cohetes mexicanos, los primeros astronautas para misiones mexicanas ese es mi sueño y pues vamos a seguir hasta que lo logramos”.
Escucha la historia completa de la astronauta mexicana Katya Echazarreta, sin duda un orgullo.