En entrevista con Pamela Cerdeira, Ana Katiria Suárez, maestra en ciencias penales y criminología, defensora de derechos humanos y de género, habló sobre el caso de Lía, cuya madre se encadenó en oficinas de la CNDH para exigir justicia.
Hace casi 5 años, una niña de cuatro años y medio fue víctima de actos atroces. Fue atacada terriblemente por dos maestras, violada dentro de las instalaciones, para finalmente ser sacada en bolsas de plástico para ser víctima de trata y otros delitos atroces.
“Sabemos que las conductas de tráfico y prostitución infantil tienen una organización, donde desgraciadamente muchas ocasiones encontramos autoridades involucradas para proteger a este tipo de "seres vivos" que no les importa romper con la intimidad, vida e integridad de pequeños y pequeñas. Encontramos similitudes en escuelas en Taxco, Veracruz, con características muy similares que nos hacen pensar que todo es parte de lo mismo”.
Esta historia en particular llama mucho la atención porque la madre de la pequeña ha tenido mucha valentía para mostrarse y exigir justicia ante diferentes instituciones para su hija Lía.
En San Luis Potosí, fue detenida una de las maestras, sin embargo, fue puesta en libertad en una sentencia absolutoria al poco tiempo.
Este caso ha sido relevante porque el compromiso de la federación para abrirle las puertas de la justicia fue un compromiso total, sin embargo, después de un año, la señora Marcela Alemán se amarró a las rejas de la Secretaría de Gobernación en un acto de desesperación por suplicar y mendigar justicia. Después de este año, decidimos iniciar la denuncia correspondiente ante la fiscalía general, pero ellos no han querido investigar y han declinado la investigación a San Luis Potosí.