El actor Julian McMahon, recordado por su papel como el villano Doctor Doom en las películas de Los 4 Fantásticos, falleció el 2 de julio en Clearwater, Florida. Aquí te contamos quién era y qué sucedió.
Así lo dio a conocer su familia, esto tras una lucha reservada contra el cáncer que terminó a sus 56 años.
Su esposa, Kelly McMahon, compartió un mensaje emotivo a través del medio Deadline, donde expresó:
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“Con el alma rota, les informo que mi querido esposo, Julian McMahon, falleció en paz esta semana después de enfrentar con valentía su enfermedad. Julian era un hombre que disfrutaba cada aspecto de la vida: su familia, sus amistades, su carrera y a sus seguidores. Su mayor deseo siempre fue hacer feliz a la gente. Pedimos comprensión para que podamos vivir este duelo en privacidad”.
¿Quién era Julian McMahon?
De acuerdo con Deadline, era originario de Sídney, Australia, y nació el 27 de julio de 1968.
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Fue hijo del ex primer ministro australiano Billy McMahon, quien estuvo en funciones de 1971 a 1972.
Antes de ser actor, trabajó como modelo y dio sus primeros pasos en la pantalla con la telenovela australiana The Power, the Passion en 1989.
Más adelante se integró a la serie Home and Away, y en poco tiempo comenzó a ganar terreno en el cine con su debut en Wet and Wild Summer!.
Ya instalado en Estados Unidos, Julian McMahon comenzó a aparecer en telenovelas como Another World, y luego saltó al horario estelar con Profiler.
Pero su reconocimiento internacional llegó con el personaje de Cole Turner en Charmed, donde dio vida a un demonio con tintes románticos que marcó a toda una generación de fans del género sobrenatural.
Uno de los momentos más importantes de su carrera fue como Dr. Christian Troy en Nip/Tuck, una serie sobre cirujanos plásticos que se mantuvo al aire por seis temporadas.
Su actuación le valió una nominación al Globo de Oro y consolidó su carrera en la televisión estadounidense. Años más tarde, protagonizó FBI: Most Wanted, donde interpretó al agente Jess LaCroix hasta su salida en 2022.
Julian McMahon no solo fue reconocido por su talento en pantalla, sino también por su capacidad de conectar con el público.