La miniserie de ‘Chespirito: Sin querer queriendo’ es una tendencia en la actualidad, la cual, no solo ha abierto el baúl de los recuerdos por el famoso programa de El Chavo del 8, sino que también ha vuelto a traer a colación una de las tantas polémicas que se desencadenaron con el show más famoso de Latinoamérica, la pelea entre Chespirito y Quico.
En la bioserie, dirigida por Roberto Gómez Jr., se aborda el conflicto entre Roberto Gómez Bolaños (Chespirito) y Carlos Villagrán (Quico), que dio paso a la decadencia del programa, y a su fin en 1980.
La pelea detrás de cámaras: el conflicto entre Chespirito y Carlos Villagrán
La rivalidad comenzó en 1978, cuando Villagrán empezó a reclamar un mayor reconocimiento por el éxito de Quico. Según él, el personaje alcanzó popularidad gracias a su interpretación única y carisma, mientras que Chespirito defendía que la creación de todos los personajes era exclusivamente suya, incluidos los derechos legales.
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Gómez Bolaños llegó a declarar en una entrevista lo siguiente: “El creador soy yo… luego me dijo que él era el creador del personaje. Yo dije allí sí no”.
El origen de la disputa: ¿de quién era Quico?
Villagrán solicitó permiso para llevar a Quico a un show independiente, pero recibió una negativa tajante de parte de Chespirito.
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“El personaje no es tuyo”, habría sido la frase que encendió el conflicto definitivo. A partir de ese momento, la relación se fracturó y Villagrán decidió abandonar el programa, desencadenando una larga batalla legal.
Según el propio Villagrán, uno de los motivos que alimentó el distanciamiento fue la popularidad que el personaje gozaba en las giras: “Había envidia porque la gente me reconocía más”, comentó en entrevistas. Además, aseguraba no haber recibido ingresos por la explotación comercial del personaje, pese a interpretarlo por casi una década.
Boicot dentro de El Chavo del 8
En el segundo capítulo de ‘Chespirito: Sin querer queriendo’, también salió la luz el supuesto boicot que habría orquestado Carlos Villagrán, cuando le fueron negados los derechos de Quico, y que en respuesta, intentó convencer a Ramón Valdés (Don Ramón) de dejar el programa.
Sin embargo, Valdés se negó rotundamente, argumentando que irse significaría traicionar a Chespirito y perjudicar a todo el equipo.
Finalmente, a la salida de Villagrán y después la de Don Ramón, El Chavo del 8 llegó a su fin en 1980. Los años posteriores a eso, estuvieron marcados en disputas legales por los derechos intelectuales de ‘Quico’. Carlos Villagrán logró ganar el nombre de ‘Kiko’ para continuar con el famoso personaje, pero ya nada fue lo mismo.