Kristin Cabot, la mujer que se volvió protagonista de uno de los clips más virales de 2025 tras aparecer en la kiss cam de un concierto de Coldplay junto a su jefe Andy Byron, decidió hablar por primera vez sobre lo que realmente ocurrió aquella noche y cómo el episodio ha cambiado su vida.
Cabot aclaró de entrada lo más importante: tanto ella como Byron estaban “separados amistosamente” de sus respectivas parejas en el momento del concierto, algo que también había señalado su exesposo.
Cabot habla del impacto personal tras el momento viral
De hecho, reveló que su entonces pareja también estaba presente en el mismo evento con otra cita, lo que contribuyó a su nerviosa reacción cuando ambos aparecieron en la pantalla gigante del estadio.
“Podría haberme caído un rayo, podría haber ganado la lotería o podría haber pasado esto”, reflexionó Cabot sobre la surrealista situación que se volvió viral en cuestión de segundos.
“No soy una celebridad, solo soy una mamá de New Hampshire. Incluso si hubiera tenido un amorío, no es asunto de nadie”, sostuvo, defendiendo que su vida personal no debía ser objeto de juicios públicos.
Lo que era un breve momento captado por la cámara, 16 segundos de un abrazo en medio del espectáculo frente a miles de asistentes, se transformó en una ola de memes, críticas y especulaciones que terminaron afectando profundamente su entorno familiar y profesional.
Cabot revela las consecuencias personales y laborales tras la polémica
Cabot contó que después de la viralización fue difícil explicar a sus hijos lo que estaba sucediendo, y que la reacción de redes sociales desencadenó acoso en línea que, aún continúa.
La mujer afirmó que la difusión del video no solo impactó su reputación, sino que incluso influyó en la pérdida de su empleo y en la terminación de su relación con Byron.
Aunque ambos intentaron manejar la crisis comunicándose con su empresa, el ruido mediático terminó superándolos.
Kristin Cabot destacó que decidió romper el silencio porque, contra lo que muchos esperaban, el tema sigue afectando su vida diaria y la de sus hijos.
