El creador de contenido mexicano Jair Sánchez generó una ola de críticas tras proponer en su podcast "Guácala Qué Rico" que la presidenta Claudia Sheinbaum esterilice a personas con menos de 100 pesos.
Los comentarios, presentados como "humor negro", fueron calificados como clasistas y discriminatorios, reavivando el debate sobre los límites del entretenimiento y la normalización de discursos que atacan a grupos vulnerables en México.
Lo que el creador de contenido presentó como una broma de humor negro se convirtió rápidamente en un escándalo nacional que pone sobre la mesa temas cruciales: clasismo, discriminación estructural y la responsabilidad de los influencers con millones de seguidores.
Te podría interesar
Jair Sánchez: El comentario que encendió la polémica
Durante una conversación con el comediante Iván Mendoza, Jair Sánchez planteó en tono supuestamente sarcástico que la presidenta Claudia Sheinbaum podría salir a las calles a preguntar a las personas cuánto dinero llevan en la cartera. Según su "propuesta", quienes tuvieran menos de 100 pesos deberían ser esterilizados para evitar la reproducción de la pobreza.
El influencer no se detuvo ahí. También hizo referencia a niños en situación de calle, afirmando que "vienen en tríos o trillizos", un comentario que intensificó la indignación entre la audiencia. Aunque minutos después intentó suavizar sus palabras con otra broma, el daño ya estaba hecho y las críticas comenzaron a multiplicarse exponencialmente en plataformas como Twitter, TikTok e Instagram.
Te podría interesar
Jair Sánchez provoca indignación en redes
La respuesta del público fue contundente. Miles de usuarios condenaron las declaraciones y exigieron una disculpa pública. Hashtags como #JairSanchezClasista y #HumorNoEsDiscriminacion se posicionaron en tendencias, generando un debate más amplio sobre los límites del entretenimiento.
Activistas y creadores de contenido señalaron que normalizar este tipo de discursos en espacios de entretenimiento contribuye a perpetuar violencias sociales. "El humor puede ser una herramienta de crítica social, pero cuando se usa para ridiculizar a grupos vulnerables, se convierte en un arma de opresión", comentó una usuaria en Twitter.
Desigualdad y discriminación en México
La polémica llega en un momento en que México enfrenta cifras alarmantes de desigualdad. Según datos recientes, millones de personas viven en situación de pobreza, y la brecha entre ricos y pobres continúa ampliándose.
En este contexto, los comentarios de Sánchez no solo resultan insensibles, sino que también reflejan una desconexión profunda con la realidad de millones de mexicanos.
La controversia también reaviva conversaciones sobre la responsabilidad social de los influencers. Con plataformas que les otorgan alcance masivo, especialmente entre audiencias jóvenes, sus palabras tienen un impacto significativo en la formación de opiniones y la normalización de ciertos discursos.
El caso de Jair Sánchez nos recuerda que la libertad de expresión viene acompañada de responsabilidad, especialmente cuando se tiene una plataforma con millones de seguidores. El humor negro puede ser una herramienta poderosa para cuestionar injusticias, pero cuando refuerza estereotipos y discriminación hacia grupos vulnerables, cruza la línea hacia la violencia simbólica.
