A más de dos décadas del estreno de 'Sexo, pudor y lágrimas', Aleks Syntek reveló que, a pesar de que el tema principal de la película se convirtió en uno de los mayores éxitos de su carrera, no recibe ni un peso por la canción.
El músico explicó que todo se debe a un contrato firmado en los años noventa, cuando aceptó componer la banda sonora bajo un esquema de “obra por encargo”.
La historia detrás del icónico tema Sexo, pudor y lágrimas
En entrevista, Syntek detalló que la música fue realizada por encargo para la producción cinematográfica, por lo que los derechos económicos quedaron en manos de los productores.
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“Y esto lo hago para presumirle a mis cuates que hice un score musical para una película”
“El director Toño me dice, ¿y si haces una canción, así como en Hollywood y que sea la canción que representa la película?… ‘Güey, fascinado’”; respondió Syntek.
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¿Alex Syntek cometió fraude?
Sin embargo, la historia se tornó turbia cuando los de la Editorial se comunican con el artista para decirle que cometió fraude, algo que ni el mismo Syntek sabía a lo que se estaban refiriendo.
“Tú tienes una exclusividad con nosotros en la editorial, y les regalaste la canción a estos c*brones al firmar música por encargo… Me chamaquearon”.
“Yo no gano nada de la película Sexo, Pudor y Lágrimas porque la música fue filmada por encargo. Entonces los productores se quedaron con todo el dinero… Si genera dinero la canción, todo se va para ellos”, explicó el intérprete.
¿Qué significa una obra por encargo?
Cuando un compositor realiza una obra bajo un contrato de “obra por encargo” (work-for-hire) o cede de manera amplia sus derechos, puede perder el control de las regalías o los ingresos futuros. Esto significa que:
- La entidad que encargó la obra puede recibir los ingresos que se generen de licencias, uso en cine, televisión, streaming, etc.
- El autor original puede quedar fuera de esos flujos si los derechos fueron cedidos o vendidos.
- En el caso de música para cine, muchas veces el trato se negocia como “pago único” o “contrato decesión de derechos”.
Aunque Alex Syntek se queda con el “éxito” cultural de la canción —el reconocimiento, el legado, la popularidad— no se traduce en ingresos directos por el tema cuando es usada, licenciada o reproducida como parte de la película o su banda sonora.