Chad McQueen, el reconocido actor que interpretó a Dutch en la icónica película de los años 80 “Karate Kid”, falleció este viernes a los 63 años en su casa de Palm Springs, California. La noticia fue confirmada por su familia.
“Con gran pesar anunciamos el fallecimiento de nuestro padre, Chad McQueen. Su notable tarea como padre amoroso para nosotros, junto con su compromiso inquebrantable con nuestra madre, verdaderamente ejemplificaron una vida llena de amor y dedicación”, dijeron sus familiares en un comunicado.
Foto: Instagram @officialchadmcqueen
Chad McQueen, un apasionado por el automovilismo
McQueen, hijo del legendario actor Steve McQueen, vivió una vida marcada por la actuación y las carreras de autos. Aunque su trayectoria en el cine comenzó en los años 80, McQueen también se hizo un nombre en el mundo del automovilismo, siguiendo los pasos de su padre, quien era un entusiasta de las carreras. Su predilección por los autos lo llevó a competir varias veces y a fundar McQueen Racing, un exitoso negocio relacionado con el automovilismo.
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“Su pasión por las carreras no solo destacó su talento excepcional, sino que también sirvió como una forma de honrar el legado de su padre, un testimonio de los valores inculcados en él”, agregaron los familiares en el texto.
Foto: Instagram @officialchadmcqueen.
El legado cinematográfico de Chad McQueen
El actor dejó una marca imborrable en el cine con su interpretación de Dutch, uno de los antagonistas principales en “Karate Kid” (1984). Su personaje, un miembro del grupo de chicos problemáticos que acosan al protagonista Daniel LaRusso, es recordado por su actitud desafiante y su papel crucial en el conflicto central de la película.
Aunque McQueen tuvo una carrera relativamente breve en el cine, su papel en esta película sigue siendo uno de los más memorables de su trayectoria.
La noticia de su muerte ha sido recibida con gran tristeza en la comunidad del entretenimiento y entre los fanáticos de "Karate Kid" y, por el momento, no trascendieron los motivos de su muerte. Su fallecimiento marca el fin de una era para muchos admiradores y colegas que lo conocieron y apreciaron su trabajo.