La noche del pasado 11 de febrero estuvo llena de emociones en el Super Bowl LVIII, no sólo por el interesante vuelvo que pudieron hacer los Kansa City en los últimos minutos del tiempo extra, sino por el decepcionante Show de Medio Tiempo, pero sobre todo, por el esperado beso que se dieron Taylor Swift y Travis Kelce al final del partido.
Fundidos en un largo abrazo y sobre el césped del Allegiant Stadium. Así celebraron la cantante y el jugador el tercer anillo en cinco años para unos Chiefs que se proclamaron campeones del Super Bowl por segundo año consecutivo al vencer en el tiempo extra por 25-22 a los San Francisco 49ers.
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Crónica de un beso anunciado en el SB
Con camiseta, pantalón negro y una chaqueta roja de los Chiefs al brazo, Taylor Swift llegó acompañada de su madre Andrea Swift, de la actriz Blake Lively y de la rapera Ice Spice.
Llevaba asimismo un pequeño bolso con forma de balón de futbol americano y un colgante, ambos accesorios con el número 87, que es precisamente el dorsal de Kelce con los Chiefs.
La cámara la buscó una y otra vez, y la encontró preocupada en los momentos más tensos, aguantando la respiración como una seguidora más de los Chiefs o mordiéndose las uñas por los nervios.
El conmovedor encuentro entre Taylor Swift y Travis Kelce
La imagen que todo el mundo buscaba llegó al final, cuando Travis Kelce (después de cantar eufórico "Viva Las Vegas" sobre el escenario del pospartido de la NFL) bajó al césped y se encontró con Taylor Swift, donde todas las cámaras los estaban esperando para cerrar con un abrazo y por supuesto, un beso de amor y de victoria.