El género de terror en el cine mexicano continúa reinventándose y Párvulos: Hijos del Apocalipsis, la nueva cinta de Isaac Ezban, es prueba de ello. Esta película, recientemente estrenada y distribuida por Corazón Films, combina elementos apocalípticos con una trama "coming of age" que logra capturar la vulnerabilidad y el crecimiento emocional en un mundo al borde del colapso.
La historia sigue a Benjamín, Oliver y Salvador, tres hermanos que literalmente sobreviven en una cabaña aislada, rodeados por un bosque que resuena con los temibles sonidos de las Trompetas, criaturas que acechan sin tregua. Estos personajes son interpretados por Mateo Ortega Casillas, Leonardo Cervantes y Farid Escalante Correa. A media trama, hace su aparición Valeria, interpretada por Carla Adell; es un personaje clave, porque su aparición da pie a la evolución de "un monstruo" que habita en la oscuridad del sótano de la cabaña, y su aportación a la historia es crucial para el desarrollo de la trama.
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Un terror psicológico y visceral
Ezban, conocido por su habilidad para crear atmósferas opresivas, transforma el bosque en un personaje más. Las Trompetas, cuya naturaleza se revela lentamente, añaden un toque de terror cósmico, mientras el monstruo en el sótano simboliza los miedos internos que cada personaje enfrenta. La tensión no solo proviene de los peligros externos, sino también de la dinámica entre los hermanos, lo que eleva el drama humano en medio del apocalipsis.
Influencias y estilo
La película llega con influencias como "It Comes at Night" y "A Quiet Place", pero no se limita a replicarlas. Párvulos se distingue por su enfoque en el crecimiento emocional de sus personajes, explorando temas de pérdida, responsabilidad y la transición forzada hacia la madurez en un entorno donde la infancia es un lujo pero que, poco a poco se va perdiendo.
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Una experiencia que sumerge sentimientos
El diseño sonoro es un elemento crucial en Párvulos. Las Trompetas no solo se ven amenazantes, sino que se escuchan como heraldos del fin del mundo. La dirección de Ezban nos sumerge en un ambiente claustrofóbico que contrasta con la grandeza del bosque, haciendo que cada escena se sienta como un suspiro contenido antes de un grito.
De esta manera llegamos a reconocer que, Párvulos: Hijos del Apocalipsis, no es solo una película de terror, sino una exploración del miedo y la resiliencia humana. Isaac Ezban entrega una obra que combina el suspenso con una reflexión profunda sobre el sacrificio y la supervivencia en un mundo en decadencia. Es un film que, sin duda, conectará con los fanáticos del género.
La cinta ya se encuentra en todos los cines y si en este fin de semana no sabes qué plan armar, Párvulos es una buena opción para disfrutar de una aventura llena de misterio, retos y sobrevivencia.