Nacida el 12 de septiembre de 1931 en Guaymas, Sonora, Silvia Verónica Pasquel Hidalgo, mejor conocida como Silvia Pinal, es la menor de cuatro hermanas. Su madre fue María Luisa Hidalgo y su padre biológico, Moisés Pasquel, un director de orquesta que estuvo ausente gran parte de su infancia. Sin embargo, ella adoptó el apellido de su padre adoptivo, Luis G. Pinal, quien la acompañó durante sus primeros pasos en la actuación.
Como bien sabemos, Pinal es una de las máximas representantes del Cine de Oro Mexicano y un ícono de la cultura nacional, consolidándose como una figura emblemática que ha inspirado a múltiples generaciones; pues a lo largo de su carrera, ha protagonizado películas que hoy en día son consideradas joyas del cine mexicano, además de construir una gran dinastía artística que continúa vigente en la actualidad.
¿Cómo lucía Silvia Pinal a sus 20 años?
A esta edad se desempeñó como secretaria en una firma de productos farmacéuticos, pero su destino cambió al incursionar en el mundo del entretenimiento, asimismo, empezó participando en comedias radiofónicas en la emisora XEQ, lo que despertó su interés por la actuación y la motivó a estudiar en Bellas Artes, donde también tomó clases de canto para perfeccionar su talento.
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En 1949, la actriz debutó en el cine con la película "El pecado de Laura", compartiendo créditos con Rafael Banquells, quien era su esposo en ese momento; pero, este sería el primer paso en una carrera artística que continuó con su actuación en "Bamba" y un pequeño papel en "Escuela para casadas".
Durante toda su trayectoria, Pinal ascendió en el cine con papeles destacados en "La mujer que yo perdí" (1949), "Mujer de medianoche", "El portero" (1950), "El rey del barrio" (1950) y "La marca del zorrillo" (1950), este último junto al cómico Germán Valdés "Tin Tan".
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La legendaria actriz recibió su primer Premio Ariel como Mejor Actriz de Reparto por su destacada actuación en la película "Un rincón cerca del cielo" en 1952. Este reconocimiento marcó el inicio de su consolidación en el cine mexicano, pero fue su papel en "Locura Pasional" (1955) el que le otorgó el galardón como Mejor Actriz, posicionándola como una de las intérpretes más versátiles y talentosas de su generación.
A pesar de enfrentar desafíos de salud en los últimos años, Silvia Pinal continúa siendo una de las figuras más emblemáticas del medio artístico en México.