El defensor de la música intelectual, Aleks Syntek reveló si podría sumarse al boom actual de la música regional mexicana, ahora que Peso Pluma ha desbancado a Bad Bunny de los primeros lugares en trendings musicales.
No hace falta recalcarlo, ya que la mayoría sabe que Aleks Syntek terminó siendo un músico intolerante a las nuevas corrientes musicales—y eso entre comillas—en especial por el reguetón.
Sin embargo, la música va de la mano con la historia, pero sobre todo por determinados contextos sociales, ya que por algo surge en el país los llamados corridos tumbados o también conocidos como corridos bélicos.
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Las colaboraciones musicales
En un reciente encuentro con medios de comunicación, el intérprete de “Sexo, Pudor y Lágrimas” dijo que sí le gustaría hacer algo con música de banda o norteña.
A pesar de ello, sus declaraciones durante el programa “La Saga”, de la periodista Adela Micha, hicieron que las críticas llovieran sobre de él.
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Música y las nuevas generaciones
Aunque no fue un ataque como tal a la música moderna, viniendo de su boca, la mayoría de las y los cibernautas lo tomaron como una riña en contra de los géneros musicales que están en el trending.
En un interesante análisis, Syntek explicó cómo impacta la música en el cuerpo y cerebro dependiendo del género que se esté tocando.
“Las melodías pertenecen a la parte del área de arriba del cuerpo, a la cabeza, estimulan el intelecto por eso escuchar a Mozart estimula a los bebés”.
Por ejemplo, la música clásica tiene efectos directos en el cerebro y la zonas superiores del cuerpo, según afirmó el cantante, comparado con la música que moderna que influye en las zonas erógenas del mismo.
“Los ritmos con los empezaron los cavernícolas hace muchos años, pertenecen más a la excitación sexual, a la zona erógena, entonces, sí hay una tendencia hacia el ritmo muy fuerte, y es lógico que la gente joven tienda a acercarse más a ella”.
Hay un porqué de la música que escuchamos
En dicho programa, Leon Leiden le cuestionó a Aleks Syntek si todo lo que había explicado era realmente por una cuestión de apreciación y o de declive del libido; una pregunta que fue aplaudida por el público.