El caso de Dani Alves ha tenido un giro interesante, pues su esposa, Joana Sanz ha decidió detener el proceso de divorcio debido a la situación legal del futbolista.
Lo anterior se debe a que la modelo está esperando a que se determine cómo afrontará el jugador los cargos de violencia sexual.
Es decir, que Joana Sanz detendrá el proceso de divorcio para que Dani Alves pueda argumentar ante la justicia española que aún tiene arraigo en el país.
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Esto permitiría que le dieran libertad provisional, y así hacer un poco más llevadero los cargos que enfrenta el centrocampista.
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Cabe destacar que la acción que ha tomado la modelo brasileña ha sido aplaudida y calificada como de “absoluta generosidad”, pues destacó que a pesar del daño no lo iba a abandonar en el momento más difícil de su vida.
La carta de amor y despedida
El pasado 15 de marzo, Joana Sanz publicó una carta en su Instagram explicando que rompía con Dani Alves: “Me cuesta tanto aceptar que esa persona pudiera romperme a mí en mil pedazos…”, decía.
Él, a su vez, respondió con otra misiva que fue publicada en el programa “Y ahora Sonsoles”, en la que decía que iba a luchar por demostrar su inocencia y por su amor:
“Comprendo el dolor que está causando la injusta situación que estamos viviendo y entiendo que no hayas podido soportar toda esa presión”.
A pesar de haber formalizado su separación, la influencer visitó recientemente al jugador del Pumas el pasado 26 de marzo en la cárcel de Brians II donde se encuentra recluido.
Con esta serían 3 veces que Joana Sanz visita a Dani Alves, por los cargos que presenta de haber cometido violencia sexual en contra de una joven dentro del baño de un bar.