U2 publica este viernes un trabajo recopilatorio titulado "Songs Of Surrender", en el que incluye 40 de sus canciones "reimaginadas y regrabadas" para reflexionar sobre la transformación de la banda irlandesa y sus cuatro miembros tras casi 50 años de exitosa carrera musical.
El proyecto, que ve la luz el día de San Patricio -patrón de Irlanda-, complementa el libro de memorias "Surrender. 40 canciones, una historia", publicado el pasado año por Bono, y parte de una iniciativa del propio cantante y el guitarrista del grupo, The Edge.
Ambos aprovecharon los confinamientos por la pandemia para echar la vista atrás y acometer una profunda revisión de algunos de sus grandes temas, muchos de los cuales fueron compuestos cuando eran apenas unos adolescentes.
Los ahora sexagenarios Bono, The Edge, Larry Mullen (batería) y Adams Clayton (bajo) han optado por deconstruir esas canciones, auténticos himnos del rock, retocando la música y letras para crear una obra mucho más básica y acústica.
De hecho, apenas hay rastro de las guitarras eléctricas y la voz con la que Bono articula mensajes religiosos o reivindicativos, marca de la casa, suena aún más íntima, muy lejos, por ejemplo, de las versiones originales de "Vertigo", "Where the Streets Have No Name" o "One".
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Las nuevas canciones de "Songs Of Surrender" están repartidas en cuatro secciones, una para cada miembro de U2, y no sigue un orden cronológico, pues el primer disco, llamado "The Edge", arranca con "One" (1991) y el último, "Bono", cierra con "40" del álbum "War", el que les lanzó al estrellato en 1983.
En conjunto, este nuevo proyecto no solo aborda las transformación de U2, desde sus orígenes en Dublín hasta ocupar un lugar entre los grandes de la historia de pop/rock, sino que también subraya la individualidad de cada uno de sus artistas, en un momento en el que Bono ha confesado que no sabe cuánto durará U2 y la banda afronta un periodo sin su batería.
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El cuarteto anunció el pasado febrero su vuelta a los escenarios para conmemorar los más de 30 años transcurridos desde la publicación de "Achtung Baby" (1991), uno de sus discos más emblemáticos, con una residencia de conciertos el próximo otoño en Las Vegas (EE.UU.) en la que, por primera vez, no estará Larry Mullen.
Después la última actuación en vivo de U2 en diciembre de 2019, Mullen se sometió a chequeos médicos para constatar que deberá pasar por el quirófano si quiere seguir tras los bombos y platillos a sus 61 años: "Tengo muchas partes del cuerpo que se me caen: las rodillas, los codos, el cuello...", reconoció recientemente.