Como muchos lo advirtieron, Brendan Fraser se coronó como uno de los favoritos en la gala de los Óscar 2023. Su discurso estuvo lleno de emociones que se sintieron en la garganta del actor y en las lágrimas del público.
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood celebró la edición 95 de los Premios Óscar, una gala que fue conducida por Jimmy Kimmell (quien ejerció como maestro de ceremonias por tercera vez) desde el Dolby Theatre de Los Ángeles el pasado 12 de marzo.
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Brendan Fraser venció de esta forma al otro favorito en la categoría de “Mejor Actor”; nos referimos a Austin Butler por su interpretación en "Elvis", así como a Collin Farrell por "The Banshees of Inisherin"; Paul Mescal (Aftersun) y Bill Nighy (Living).
El actor, desaparecido de la industria desde hace varios años tras haber protagonizado éxitos de acción en los noventa como "George de la Selva" y "La Momia", ha regresado magistralmente con su papel como profesor de inglés con obesidad mórbida que trata de ganarse el amor de su hija en los días más agónicos de su vida en The Whale.
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Las palabras de la gran ballena
Visiblemente emocionado y con la voz entrecortada, Fraser recogió este premio agradeciendo al director de la película, Darren Aronofsky, por haberle dado el papel de su vida y por embarcarle en este "barco con la ballena", en alusión al título de la película.
Durante su speech hubo un momento clave que no todos pudieron comprender, y fue cuando mencionó a sus hijos, aunque solo 2 de 3 ellos asistieron a la gala.
Nos referimos a Leland Francis y Holden Fletcher Fraser; cuando el actor los menciona hizo un paréntesis significativo para decirle “Te quiero” a su tercer hijo: Griffin Arthur Fraser.
Este último fue diagnosticado con autismo cuando tenía 2 años, ahora que tiene 20, su padre, Brendan Fraser no pudo contener su emoción al dedicarle estas tiernas palabras en medio de una de las galas más importantes de la industria cinematográfica: los Premios Óscar.