El cascanueces fue para muchos una herramienta para realizar una tarea, pero con el paso de los años, se convirtió en un símbolo de la Navidad.
Es un juguete tradicional que se utiliza para romper nueces y su origen se remonta a la Edad Media, cuando se utilizaban los primeros modelos para abrir este fruto de los árboles.
Los cascanueces fueron creados por un juguetero de un pueblo en Alemania, quien construyó un soldadito que rompía las nueces con sus dientes a petición de un granjero adinerado para facilitar esta tarea.
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Estos primeros cascanueces eran simples instrumentos de madera que se sujetaban con la mano. En el siglo XVIII, los cascanueces se convirtieron en objetos más elaborados y decorativos, donde después se empezaron a fabricar de metal, cristal y porcelana.
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De un juguete a una historia mágica
El cascanueces se convirtió en un símbolo navideño en el siglo XIX, gracias al cuento "El cascanueces y el rey de los ratones" del escritor alemán Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. En este cuento, el cascanueces es un príncipe que ha sido convertido en un juguete por una bruja.
El cuento de Hoffmann fue adaptado para el ballet "El cascanueces" del compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski. Este ballet se estrenó en 1892 y se convirtió en uno de los ballets navideños más populares del mundo.
Datos curiosos sobre el cascanueces
El cascanueces más caro del mundo es un modelo de porcelana fabricado por la empresa alemana Meissen. Este cascanueces está valorado en 2 millones de euros.
En la ciudad alemana de Seiffen, en la región de Erzgebirge, se fabrican los cascanueces más famosos del mundo. Estos se caracterizan por sus colores llamativos y sus formas estilizadas.