La amistad entre los cineastas Guillermo del Toro y James Cameron es bien conocida; sin embargo, existe una historia escalofriante detrás de la relación entre los dos directores.
Fue en la preproducción del largometraje "La invención de Cronos", que fuera el debut del mexicano, que los dos se conocieron en una fiesta del Cuatro de Julio
Prácticamente enseguida se hicieron amigos, e incluso Del Toro llegó a hospedarse en la casa del también guionista y productor canadiense, quien además hizo algunas sugerencias al mexicano para su película.
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La producción dejó en una situación económica no muy favorable al mexicano, pues arrastraba una deuda de casi un cuarto de millón de dólares; sin embargo, eso no fue un impedimento para que decidiera dirigir su primer proyecto en Estados Unidos, "Mimic".
¿Qué ocurrió con el préstamo de James Cameron a Guillermo del Toro?
Durante la producción de Mimic en 1998, el padre del director mexicano, Federico del Toro, fue víctima de un secuestro en Guadalajara, Jalisco.
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Los secuestradores pidieron un millón de dólares al cineasta para liberar a su padre, los cuales no tenía.
Sin la capacidad de reunir la cifra, la familia del director contrató a tres negociadores experimentados en situaciones de rehenes para que mediaran con los delincuentes, pero no tuvo resultados.
Cuando su amigo y colega, James Cameron, se enteró de la situación, tomó cartas en el asunto y fue con Del Toro a una sucursal bancaria para darle el millón de dólares y recomendarle un nuevo negociador.
Luego de 72 días de secuestro, el padre del cineasta fue liberado y la familia decidió dejar México definitivamente.
“Cada día, cada semana, pasa algo que me recuerda que estoy en un exilio involuntario”, ha declarado Guillermo sobre un posible regreso a vivir en el país.
Guillermo del Toro ha comentado en entrevistas que en a finales de los 90 le pasaron dos cosas terribles, el secuestro de su padre y tener que trabajar con los Weinstein.