Caifanes es un grupo que dejó huella en el mundo de la música desde hace mucho tiempo, con letras sobre política, hasta aquellas que solo se le pueden dedicar al amor de nuestra vida.
Si te llegaron a dedicar estar canción de Caifanes significa que te amaron (o amaste) de verdad.
Nos referimos a “Viento” que conforma el álbum homónimo de la banda en 1988; su significado va más allá de lo que pensabas.
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Esta pieza tiene (como la mayoría de las canciones) diversas interpretaciones; la primera se basa en lo que transmite la letra de forma literal.
Por supuesto que las estrofas tienen una carga de romance y amor, como si Saúl Hernández—vocalista de la banda— nos quisiera hacer vivir la increíble fase del enamoramiento.
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Préstame tu peine
Y péiname el alma
Desenrédame
Fuera de este mundo
Los deseos y la visión del mundo cuando se ama a alguien es lo que más predomina en estas letras, se trata de una canción que debido a su composición el público la adoptó como el tema predilecto del romance rockero.
"Viento" también es una referencia a lo positivo y negativo del tiempo (un parámetro que hasta nuestros días no se puede explicar de forma concreta), aunque se denomina como "una magnitud física con la que se mide la duración o separación de acontecimientos".
El tiempo que deseamos pasar con esa persona especial, pero también el deseo por congelar esos increíbles momentos para que nunca se terminen, bastante paradójico ¿no crees?
A pesar de ello, la historia verdadera sobre cómo se creó la canción es aún más sorprendente, y es un dato que solo pocos conocen.
La historia real de “Viento” de Caifanes
Durante la década de 1970 y 1980, los looks de cabello alocado eran la moda del momento.
En muchas ocasiones compararon a Caifanes con The Cure, pero la banda mexicana declaró que su estilo estaba basado en “Trucutrú”; un personaje de Tintán.
Un día Saúl Hernández se fue a comer tacos con Diego Herrera (saxofonista del grupo) y un señor de la tercera edad se les quedaba viendo mucho.
El hombre de aproximadamente 70 años se acercó con ellos y los felicitó por “tener los hu*vos para salir con esa facha a la calle”.
El señor les dio una servilleta con una frase escrita: “Préstame tu peine y péiname el alma”; de ahí, el resto es historia, pues “Viento” se convirtió en una canción icónica de Caifanes.