Berlín: Conoce uno de los destinos más populares de Europa

Lejos de ser únicamente la gran sede de una cita deportiva, la capital germana es una ciudad a la vez histórica y actual.

Conoce la historia de la capital de Alemania.
Conoce la historia de la capital de Alemania.Créditos: EFE
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La capital germana es la ciudad más poblada del país, con más de cuatro millones de habitantes. Es uno de los centros de mayor actividad económica, tanto en Europa como en el mundo, y una de las ciudades más visitadas por los turistas.

No ayuda al turismo el clima, muy frío en las épocas invernales, frecuentemente con temperaturas bajo cero.

Sin embargo, no todo ha sido esplendor en Berlín. A lo largo de su historia, ha sufrido varios varapalos que la han mermado, pero sin duda el más doloroso fue el que se produjo al final de la Segunda Guerra Mundial.

Último reducto de la Alemania nazi, la capital fue bombardeada sin cuartel por el Ejército soviético, que dejó la ciudad completamente en ruinas. Lejos quedaron los gloriosos sueños de Hitler, que ansiaba convertirla en una urbe similar a las antiguas y fastuosas ciudades romanas.

Pero el calvario no acabaría aquí. En los acuerdos que ponían fin a la guerra, se decidió, por parte de las cuatro potencias vencedoras, esto es, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética, dividir el país en cuatro partes, cada una de ellas controlada por un país.

La tarea se presumía inabarcable desde el principio, y solo tuvieron que pasar tres años para que, en 1948, los tres países del bloque occidental unificaran sus zonas y adoptaran una moneda común, pasando a conocerse la zona occidental como República Federal de Alemania.

Los soviéticos replicaron con la creación de la República Democrática de Alemania, con capital en la propia Berlín, que a su vez también quedaba dividida en dos zonas. La zona soviética impuso un bloqueo y, posteriormente, levantó un muro que sería el icono de la terrible separación del mundo en dos bloques. El muro de Berlín se convirtió en la imagen de la Guerra Fría.

En la zona soviética se sucedieron años de penurias, intentos de pasar de la frontera soviética a la occidental, con varios capturados y numerosos muertos, hasta que, con el desmoronamiento soviético, cayó también el muro de Berlín. Un 9 de noviembre de 1989, la imagen que daba la tremenda construcción era la opuesta: la del derribo de un viejo sistema que ya nadie quería ver. Célebres son ya las imágenes de alemanes derribando el muro con lo que tenían más a mano, ante la pasividad de los centinelas.

Si bien las secuelas del distinto desarrollo económico que tuvieron las dos zonas de Alemania aún no están superadas, Berlín ha vuelto a ser lo que fue allá en los principios de siglo: uno de los epicentros culturales de Europa. De un lado, continúan las tradiciones; del otro, se impone la vanguardia.

La ciudad de los artistas

Berlín tiene una gran tradición en el campo del jazz y del swing que se ha mantenido hasta nuestros días, con la celebración de uno de los más importantes eventos jazzísticos que se pueden ver, el festival de jazz de Berlín. Esta música tradicional contrasta con la impresionante vanguardia musical que hace de la capital germana el punto de peregrinación de los amantes de la música electrónica.

Además de la música, Berlín también es conocida en el ámbito cultural por albergar la Berlinale, festival cinematográfico que cada año escoge las mejores películas que se han filmado en el curso.

Está enfocado sobre todo al cine independiente, intentando alejarse de las grandes superproducciones y centrándose en los filmes europeos. Grande es el prestigio que obtiene aquel que consigue un Oso, el galardón con el que este festival premia a directores, actores, guionistas y por supuesto, películas.

A la hora de visitar Berlín, se distinguen dos momentos para hacerlo: durante el día, el turista está casi obligado a contemplar lo que queda del muro, o la reconstrucción del Reichstag, hoy conocido como Bundestag; también la puerta de Brandeburgo, que simboliza la reunificación alemana.

Durante la noche, lo más frecuente es visitar las numerosas y célebres cervecerías berlinesas antes de internarse en la vanguardista ruta de los clubes, donde la fiesta se hace algo más ruidosa. Aunque todo esto depende del perfil del turista, por supuesto.

Berlín es tan amplia, ofrece tantas posibilidades, que cualquier viajero se sentirá satisfecho de su visita.