Actualmente sabemos que cuando alguien se enferma de forma repentina o sin razón puede significar un síntoma de envenenamiento, sin embargo en la antigüedad no existía una manera de comprobarlo, hoy te compartimos algunos famosos que murieron a causa de esto.
Recordemos que este padecimiento se refiere a cuando una persona se siente mal de un momento a otro, estos síntomas pueden tardar en aparecer, pero entre más rápido nos demos cuenta es mucho mejor.
Pero no todos tienen nuestra suerte, anteriormente no había una cura cuando alguien te envenenaba con alguna sustancia y estas personas no pudieron escapar de sus enemigos.
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El papa Alejandro VI
En 1503 el papa Alejandro VI falleció tras tener un banquete en su palacio, la hipótesis más acertada es que comió un bocadillo envenenado al cuál estaba destinado al Cardenal Corneto, quiere decir que los cocineros se confundieron y tan solo 13 días después murió.
El emperador de Francia: Napoleón Bonaparte
Bonaparte falleció en la ciudad de Santa Elena tras sufrir un colapso digestivo, que se registró como un cáncer de estómago, sin embargo tiempo después un toxicológico sueco descubrió que presentaban síntomas parecidos a envenenamiento por arsénico.
Dirigente de la URSS Josef Stalin
Aunque la autopsia final del Dirigente aseguraba que Stalin murió de un derrame cerebral, una de la hipótesis fue que lo envenenaron con una sustancia que es capaz de destruir los vasos sanguíneos del cerebro, por lo que se confundía con lo antes mencionado.
El emperador de Roma: Claudio
Este emperador era fanático de las setas, sin embargo ese día le pusieron un plato con diferentes especies en donde destacaba la mortal “oronja verde” (tipo de hongo), Halot su catador estrella sólo probó las “amanitas caesarea”, las cuales no son venenosas, pero cuando llegó el platillo a manos de Claudio murió de envenenamiento en poco tiempo.
El compositor Wolfgang Amadeus Mozart
El músico falleció a la edad de 35 años en la ciudad de Viena, después de tres semanas luchando con síntomas como: vómitos, fiebre, diarrea, hinchazón de articulaciones y delirios, estos son compatibles con el envenenamiento por antimonio. Aunque no está comprobado, se dice que Salieri le tenía envidia profesional y esto lo llevó a envenenarlo.
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