La Época de Oro del cine mexicano fue un semillero de estrellas, sobre todo mexicanas, pero también de extranjeros que se consolidaron en el país. Para muestra de ello, recordamos a una de las máximas divas de la pantalla grande que nació en otro país, pero se consolidó en México.
Rosita Quintana inició su carrera en Buenos Aires, Argentina, donde se formó como cantante, sobre todo de tango, gracias a su abuela, quien también era cantante y guitarrista.
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Al ganar fama cantante tango, Rosita buscó la fortuna como actriz en la meca del cine latinoamericano en esa época, México.
Fue Jorge Negrete quien descubrió su trabajo en las obras teatrales cuando andaba de gira por Sudamérica. En Chile, ambos se encontraron y ella le pidió ayuda para encontrar trabajo en México; así que el cantante le escribió una recomendación.
Rosita Quintana debutó en la película "La Santa de Barrio" en 1946 y dos años más tarde obtuvo su primer protagónico en la película "La última noche".
Con su éxito, Rosita decidió radicar en el entonces Distrito Federal. Tiempo después inició una relación con el director y productor de cine Sergio Kogan, con quien contrajo matrimonio y tuvo dos hijos. Además, se nacionalizó mexicana.
En 1949 protagonizó tres películas al lado de Germán Valdés, Tin Tán: "Calabacitas tiernas", "Soy charro de levita" y "No me defiendas compadre", con las que ganó enorme popularidad y se ganó el mote de estrella.
En 1953 actuó junto el ídolo Pedro Infante en la película "El mil amores", donde ambos brillaron con su talento para actuar y cantar.
Mario Vargas Llosa la llamó "La Dama de América" por su belleza, carisma y su particular forma de interpretar el tango. En 2016 fue reconocida por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas con el Ariel de Oro por su trayectoria artística.
Quintana se posicionó como una de las máximas estrellas del cine mexicano, pero también triunfó en la música como cantante música regional mexicana y tangos.
Rosita Quintana murió a los 96 años el pasado mes de agosto de 2021.